Los préstamos gota a gota se han convertido en una salida difícil para cerca del 7,4% de las personas adultas de Costa Rica, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Endeudamiento de la Oficina del Consumidor Financiero (OCF).
Esto es cerca de 221.000 costarricenses, si se considera que las personas mayores de edad son alrededor de 3,3 millones, quienes podrían haber pedido al menos ¢44.000 millones en créditos informales.
“El préstamo gota a gota está asentado en el país. Si suponemos un monto conservador de desembolso por préstamo, es válido sospechar que se ha desembolsado mediante este tipo de créditos una suma bastante considerable y aunque la encuesta no midió el monto que adeudan actualmente las personas, se debe considerar la posibilidad de que el promedio por préstamo sea aún mayor, a lo que habría que agregar el pago de intereses, por lo que estamos ante un fenómeno relevante”, explicó Danilo Montero, director general de la OCF.
Acudir esta modalidad de préstamos puede significar exponerse a amenazas y agresiones, de acuerdo con las autoridades policiales. Al respecto, 5,5% de los consultados en la encuesta aseguró haber recibido intimidaciones y un 4,4% indicó que puso una denuncia.
OTROS DATOS
Asimismo, el estudio de la OFC subraya que el 25% de los encuestados afirmó que acudió a un prestamista, lo que representa un aumento significativo, pues en 2020 solo el 15% decía acercarse a esta modalidad.
Sin embargo, las personas con deudas con tarjetas de crédito disminuyeron en ese mismo periodo, al pasar del 27% al 20%. Similar ocurrió con los créditos de una asociación o cooperativa, que bajaron del 26% al 17%. La encuesta evidenció también otras “fuentes” a las que los costarricenses acuden a pedir dinero prestado, como amigos y familiares.