Alajuela.- El brumoso José Adrián Marrero Berrocal se paseó en una tarde que era especial para los manudos, por el clima, el marcador que en un momento estaba en favor de Alajuela y hasta de la inauguracion de la nueva gramilla sintética del estadio Alejandro Morera Soto Scotiabank.
La alfombra de la casa de don Alejandro fue testigo mudo de la primera caída alajuelense del Invierno 2013, basada en una llegada mortal, ya sobre tiempo, pero efectiva y real, con la cual los pupilos de Farinha suman sus primeros tres puntos.
UNA LIGA MÁS OFENSIVA
El León apareció con un fútbol más ofensivo del que nos tenía acostumbrado el “Machillo” Ramírez. Eso se vio desde el pitazo inicial con una oncena cargada de hombres de ataque.
Con menos de dos minutos en el cronómetro ya Rooney Mora puso a sudar a Pemberton. Después el esférico pasó más por los manudos, pero sin avances por los costados ni mucha presencia en el área rival, pues solo aparecía ahí el hondureño Palacios.
Los carmelos también sacaron sus cartas y apostaron a un cuadro bien plantado y con avances a la zona enemiga con buena velocidad.
El juego vertical erizo por poco recibe su recompensa cuando al 36\’ “Caya” Alonso puso a volar Ronny Fernández, quien a una mano la mandó a un costado, con lo que se animó a la clientela rojinegra. Con las argollas colgando en el marcador llegó el descanso del entretiempo.
A SACUDIRSE LOS TACOS
La charla en el camerino sirvió para socar clavijas y a la vez sacudirse los tacos, que estaban cargados de caucho. Los locales salieron con todo y los visitantes bajaron su ímpetu por momentos.
El tanto liguista apareció gracias a una incursión de Johan Venegas por el sector derecho, recibió “Caya” cara a cara con el meta Fernández y en una segunda jugada en el área pequeña remató para quitarle el celofán al marco sur al 68\’.
Nueve minutos después el exmanudo Carlos Clark aprovechó una mala marca de Porfirio López y decretó el 1-1.
Ramírez no se aguantó, entonces mandó a todos sus hombres al ataque pero pudo más la virtud de Marrero que en una esporádica jugada llegó con gol, cuando Bejarano ya tenía el pito en la boca. Con la frialdad de un asesino de esos de película, en un descuido de Palma, Marrero aprovechó para empujar la de gajos al fondo de los cordeles, enmudecer el Morera Soto y obstinar a los fiebres del León.
Ya a esa hora no había posibilidad de respuesta alguna. Apague y vámonos. En la jornada 16 del torneo pasado también José Adrián le dio los tres puntos al equipo de la barriada alajuelense, cuando vencieron a Limón. Mal recuerdo quedará en la Liga, de aquella tarde en la que Marrero les hizo una gracia en la alfombra.