Chilpancingo (México), (EFE).- Miles de maestros y activistas convirtieron a Chilpancingo, en el sur de México, en una ciudad sin ley al destrozar sucesivamente varias sedes políticas, sin que aparecieran las fuerzas de seguridad. Armados con palos y tubos y muchos de ellos con los rostros cubiertos, militantes del Movimiento Popular de Guerrero se manifestaron por las calles de esta ciudad durante varias horas, desviándose de su ruta para causar destrozos en sedes políticas.
Chilpancingo (México), (EFE).- Miles de maestros y activistas convirtieron a Chilpancingo, en el sur de México, en una ciudad sin ley al destrozar sucesivamente varias sedes políticas, sin que aparecieran las fuerzas de seguridad. Armados con palos y tubos y muchos de ellos con los rostros cubiertos, militantes del Movimiento Popular de Guerrero se manifestaron por las calles de esta ciudad durante varias horas, desviándose de su ruta para causar destrozos en sedes políticas.
El Movimiento Popular de Guerrero fue creado a comienzos de este mes por militantes de un sindicato de docentes y activistas de organizaciones simpatizantes que apoyan su lucha para resistir una reforma educativa impulsada por el gobierno federal.
Los actos delictivos afectaron a todos los partidos políticos, a la oficina de un senador y a una sede de la Contraloría local en Chilpancingo, capital del sureño estado de Guerrero, uno de los más pobres del país y gobernado actualmente por la izquierda.
\”Están en contra de todo y a favor de nada (…). Esto no debe quedar impune\”, afirmó en declaraciones a la televisión el máximo dirigente del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), César Camacho.