Brasilia. La selección brasileña, anfitriona de la Copa Confederaciones, debuta hoy en el partido inaugural del torneo con la misión de lograr una victoria convincente contra Japón, que es sobre el papel el rival más débil del Grupo A.
Neymar y compañía no tienen margen de error, por lo que tanto los jugadores como el seleccionador, Luiz Felipe Scolari, han expresado la importancia de comenzar el campeonato con un triunfo.
Con la victoria en mente, se espera que Brasil salga con una alineación plenamente ofensiva, con Fred como delantero centro, Neymar y Hulk abiertos por las bandas y Oscar, del Chelsea, en el papel de director de orquesta.
Scolari ha intentado implantar en las últimas semanas un talante agresivo en su equipo, pidiendo a sus hombres que se empleen a fondo en la presión constante al rival para recuperar el balón cuanto antes y volver al ataque.
Neymar, la figura del equipo, tiene la presión adicional de no haber marcado un gol en los últimos nueve partidos que ha jugado, aunque el delantero de 21 años reste importancia a ese hecho. Brasil contará con el aliento de cerca de 70.000 espectadores que abarrotarán el Estadio Nacional de Brasilia, uno de los tres estadios nuevos de la Copa Confederaciones.
Sin nada que perder, el Japón del técnico italiano Alberto Zaccheroni aspira a amargar el debut de los anfitriones llevándose al menos un empate. El combinado nipón es el campeón asiático y la primera selección que ha garantizado matemáticamente su clasificación al Mundial de 2014, por lo que encara la competición como un ensayo para el campeonato del año entrante.