Son aquellas ideas que creemos y no cuestionamos porque las consideramos verdades absolutas. Pocos nos detenemos a pensar seriamente en qué creemos y cuáles son esas ideas que determinan nuestro comportamiento y nuestra visión del mundo. Revisemos algunas ideas generales de este tema:
• Son ideas inconscientes, es muy importante comprender que los paradigmas son creencias guardadas en una parte de nuestra mente que no es percibida por nosotros. Estas ideas fueron grabadas en nuestra mente por nuestros padres, por los maestros, el entorno social y los medios de comunicación. No son buenas ni malas, al final son ideas de otros que creímos firmemente en que eran propias.
• Funcionan como mandatos internos. Son como órdenes incuestionables, que nos dicen qué podemos y qué no podemos hacer, qué es posible y que es imposible para nosotros.
• Son automáticos, como no nos detenemos a pensarlos o cuestionarlos, funcionan como decisiones automáticas que determinan nuestras acciones y sentimientos en la vida.
• Son creencias bien arraigadas. Estas creencias están compuestas de una idea y una certeza que la acompaña y que impide sea cuestionada. Por ejemplo: ¿qué creo respecto al dinero? Una idea podría ser que es escaso, y una certeza es que todo dinero que gane se va a acabar pronto porque siempre será insuficiente. Así sostengo la creencia de que el dinero siempre es poco y no lo puedo acumular.
• Controlan nuestra vida. Estas ideas tan bien guardadas, incuestionables, son fuerzas que controlan nuestra vida en todos los campos, a través de nuestros valores y hábitos.
• ¿Cómo podemos cambiar los paradigmas mentales? Necesitamos modificar nuestra manera de hacer las cosas y cómo nos relacionamos con los demás, la forma en que resolvemos nuestros problemas y la forma en que nos sentimos con nosotros mismos. Revisar esos pensamientos que guían nuestro comportamiento y cambiarlos si son ideas que ya no nos sirven.
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Terapia sistémica y Constelaciones Familiares y Organizacionales.
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