La población infanto juvenil (0 a 25 años de edad) representa el 45% del total de la población nacional, o sea. aproximadamente 2 millones de personas.
De este total alrededor del 29% son personas de 10 a 24 años (1.280.000 personas), siendo la mayor cohorte de adolescentes y jóvenes en la historia. De este total el 11% es mayor de 18 y son los que pueden ejercer el voto.
Sin embargo, tanto los que no votan como los que si pueden ejercer este derecho, tienen una cosa en común, han venido convirtiéndose en la población primero invisibilizada, luego abandonada y por último será la perdida, si no corregimos el rumbo político.
En otras palabras, el bono demográfico que representa esta cohorte histórica se está perdiendo en oportunidades para mejorar su calidad de vida.
Algunos datos reflejan esta lamentable situación.
Solo el 40% de las personas que inician primer grado se gradúan de bachilleres.
200.000 personas de 12 a 24 años no estudian ni trabajan.
La tasa de desempleo general ronda el 10%, siendo que el 67% son personas desempleadas de 15 a 34 años.
La tasa de desempleo para las personas de 18 a 24 años duplica el desempleo general y es de alrededor del 23%.
El embarazo en adolescentes no disminuye, siendo que cada año se embarazan alrededor de 15.000 personas menores de 19 años, producto de relaciones con adultos en un 85% de los casos.
48% de los nacimientos se da en personas menores a 25 años, siendo la edad ideal de 25 a 35 años.
El inicio temprano de la maternidad limita las oportunidades de capacitación de las mujeres.
La tasa de suicidio general es de 7.4, siendo en hombres de 12 y mujeres de 2.5, un evidente problema de género.
En menores de 19 años por cada 5 hombres una mujer se suicida. De 20 a 24 años la relación de 5:2
En el periodo 2007-2011 (5 años) se documenta lo siguiente:
Suicidios: 10 a 19 años= 149; 20 a 24 años= 231.
Homicidios culposos: 10 a 19 años= 228; 20 a 24 años= 280.
Muertes accidentes de tránsito: 10 a 19 años: 337; 20 a 24 años: 447.
Lo anterior evidencia cómo a partir de los 20 años las muertes violentas se incrementan significativamente, y en el caso de suicidio, el 40% del total se da en personas menores de 30 años.
Lo anterior guarda relación directa con desesperanza, lo que hemos documentado en diversas investigaciones.
Cobertura en salud CCSS: menores de 1 año: 89%; 1 a 6 años: 49%; 7 a 9 años: 92%; mayores 10 años: 30%.
No existen programas ni servicios en salud diferenciados para las necesidades particulares de los adolescentes y jóvenes, a pesar de múltiples planes escritos y engavetados, debido a la ausencia de conocimiento, sensibilidad y decisión política.
La pobreza se mantiene en alrededor el 21%, siendo que el 45% de los pobres son niños, niñas y adolescentes.
Se prevé que el problema se agudizará, aunado al aumento de la desigualdad, en donde el 10% más rico recibe 23 veces más de ingreso que el 10% más pobre.
Evidentemente esta problemática demanda mayores servicios, entre ellos del PANI.
Sin embargo, esta institución no tiene los recursos necesarios y se le cercena el 7% que le corresponde del impuesto de la renta, de manera que en el 2014 si acaso recibirá el 2% de este monto.
El consumo de drogas representa un flagelo, y en el caso de adolescentes escolarizados hemos documentado un incremento significativo en tres investigaciones diferentes, 1999, 2006 y 2014, en donde detectamos un 1%, 10% y un 15% respectivamente de consumo de marihuana y cocaína en esta población.
La pérdida de espacios que permitan las reuniones grupales para actividades deportivas, culturales o de participación social, atentan contra el desarrollo saludable de adolescentes y jóvenes.
La lista de situaciones desatendidas se puede seguir enumerando, sin embargo no han estado reflejadas en el debate político, aunque se mencione el tema de la niñez, adolescencia y juventud en los programas de gobierno de algunos candidatos.
Si bien la problemática económica se convirtió en el centro de la discusión preelectoral, el mejorar esta por si sola no va impactar positivamente en esta población si no focalizamos en sus necesidades.
Un vivo ejemplo son los últimos ocho años de gobierno. ¿Estará esta visión en los planes de los partidos políticos?
*Jefe Clínica de Adolescentes, Hospital Nacional de Niños.