“Los sepultureros” es un libro que ha sido un terremoto en Francia. Ha expuesto, con toda crudeza, los maltratos que han sufrido los ancianos en muchos centros de acogida. El escándalo, que, de hecho, hizo reaccionar al Gobierno francés, ha sido importante. El debate ha vuelto a colocar, en la opinión pública, el sufrimiento de los ancianos en sus centros de acogida, la falta de preparación de los asistentes sociales y de enfermería y en general, la falta de cuidadores, unido al envejecimiento de la población. Todo ha servicio para mejorar el trato de los ancianos, aunque el tema no está resuelto por la amenaza de la eutanasia.
Hay diferentes maneras de enfocar el tema. Ayuda y apoyo de voluntarios, universidades que se ocupan a fondo del tema, centros de acogida diurnos. Muchas instituciones movieron ideas, para promover cambios. Se trata de unir en una familia las tres generaciones, por ejemplo. Y no de amarrar a los ancianos a su cama, como ha sido descubierto en España durante la pandemia, en las residencias de ancianos, que sufrieron fuertemente la crisis sanitaria.
Tres generaciones en casa: la solución. Italia ha logrado tener una política de convivencia intergeneracional, en donde los ancianos permanecen en el mismo hogar, donde han estado toda su vida, y cuentan con el apoyo de sus familias.
Finlandia ha optado por ofrecer residencias a los ancianos con servicios comunes. Esta modalidad está siendo también utilizada en otras naciones.
Eutanasia no debe pasar. Los efectos causados por la pandemia, debido de las muertes en los ancianos en España, ha cambiado la mentalidad hacia una mejor atención a la tercera edad. Ellos son tesoro de nuestras sociedades. La agresiva política española y de otras naciones europeas de practicar la eutanasia. Bélgica está a la cabeza de este mal, en la aplicación de esta muerte a los niños con enfermedades, es una política a vencer.
Las soluciones para atender la tercera edad han encontrado nuevos caminos, tales como los hogares diurnos, los centros hospitalarios de acogida, para la tercera edad, que están dando una mejor vida, con una visión más digna y de respeto a la vida humana. La atención a la tercera edad es una nueva manera de hacer política social, que también Costa Rica debe acoger con inmenso respeto.
*Diplomático