El exestratega del presidente Luis Guillermo Solís y a quien se le considera en parte responsable de su triunfo en la carrera hacia Zapote, Iván Barrantes, también fue asesor del empresario del cemento chino Juan Carlos Bolaños hasta hace poco tiempo.
DIARIO EXTRA lo buscó para saber si es cierto que hubo un “pacto entre caballeros” para no revelar un segundo audio y su relación con Bolaños.
¿Usted conoce a Juan Carlos Bolaños?
-Él fue cliente mío en el 2016, setiembre, octubre y noviembre.
¿Cliente de qué tipo?
-Fue una consultoría para desarrollar una estrategia orientada a tener más participación de mercado con la marca del cemento chino.
¿Dio resultado la estrategia?
-Es difícil que dé resultado con una guerra comercial tan grande y fuerte con los dos grandes (Cemex-Holcim). Esto es una guerra de precios, al final no sé si la gente está clara, vía notas de crédito se hacen descuentos a mayoristas, y realmente un punto de venta gana más vendiendo a un precio más caro versus Juan Carlos. Eso se da en cualquier mercado, el que entra pequeño tiene que tener cierta dosis de paciencia y respaldo financiero y si a eso se le suma la guerra sucia.
¿Cómo llega él a ser su cliente?
-En teoría de redes en un país tan pequeño como Costa Rica, donde el poder de la política es como una pulpería, donde que todos estemos relacionados, es una probabilidad superaltísima.
¿Cómo así?
-Mi cliente era Otto (Guevara), soy amigo de Melvin (Jiménez), de Mariano (Figueres), de Paola (Mora), del Presidente (Luis Guillermo Solís) y de Juan Carlos (Bolaños), cualquiera puede pensar “este está metido”. Mi círculo y mi red me involucra y conecta con todos los actores, eso no es nada anormal en el mundo en el que yo me manejo. Uno se sienta a tomar un trago con Juan Carlos y es un delito. Yo lo sigo viendo y seguimos siendo amigos, ¿por qué no? No veo que haya cometido un delito.
¿No?
-Este es un préstamo que se dio con una garantía y hay una aseguradora para hacerle frente. En mi mundo esa cifra de dinero que ganó Juan Carlos es normal cuando uno trabaja en una empresa grande y continúo sin entender, no veo cuál es el problema.
¿Un posible tráfico de influencias?
-Yo no veo el tráfico de influencias. Hay un gran problema en Costa Rica y es una satanización de lo que se llama “lobby”. Se ha vuelto de moda que todo es tráfico de influencias y corrupción. Mientras no exista una ley del lobby en Costa Rica, todas esas cosas se van a dar. Estaremos expuestos a eso. Los diputados seguirán siendo los lobbistas de este país, llámese Otto o Víctor o como sea, yo y muchos otros que se dedican a eso… Tenemos un problema de fondo grave, de definición. Lo que hace Juan Carlos lo hacen todos.
¿Quiénes son todos?
-Todos, pero por favor… Simplemente Juan Carlos es más evidente por su helicóptero, su avión, cada quien tiene su estilo. En lo personal no me sorprende que traten de hacer ver anormal lo que son prácticas de hoy. Si quiere desarrollar un proyecto, un negocio, una iniciativa, usted se mueve, algunos lo logran, otros no. Dicen que lo peor de las argollas es no estar en ellas.
¿Y las cifras?
-Ese es otro problema, el escandalizarse por las cifras. La gente cree que Juan Carlos era un limpio. Él ya tenía solvencia y a mayor capacidad de pago, más garantía. Era un cliente triple A y el modelo de importar cemento chino era una mina de oro. Ser banquero es un negocio de riesgos, vea a ver si esto hubiera pasado en el BAC, pero como es la banca pública, yo estoy de acuerdo con el Fiscal General (Jorge Chavarría), en el riesgo se pierde y se gana, ahora todos son banqueros… y todos opinan.
¿Usted puede dar fe de que no hubo nada anómalo?
-En lo absoluto… ¿Quién es el principal cliente de los seguros de caución de Oceánica?, es supernormal. Hasta para campañas políticas los han usado, se deberían preguntar por qué el INS se salió del negocio. Es porque tiene una cuenta de $50 millones, que está enterrada como los gatos entierran la mierda en arena.
¿Sigue contratado por don Juan Carlos?
-No, pero seguimos hablando, no voy a ser tan hipócrita de decir que no hablamos como un político que entró en un restaurante, nos vio y se fue.
¿Hubo un “pacto entre caballeros” donde se acordó no divulgar un segundo audio?
-No sé si hay un segundo audio o si es un mito urbano. Si existiera no creo que diga más o menos de lo que ya ha estado en el tapete. Un segundo audio les da más rating, esa comisión de juguete que pusieron no sirve para nada, el segundo audio podría jugar ese rol.
¿Entonces no?
-Juan Carlos es extremadamente inteligente para tener al país de cabeza como lo tiene. No firmarían ningún pacto para un segundo audio, ¿por qué?, si ya me jodió una vez ¿por qué no dos veces? (hace referencia a Guillermo Quesada). Sí, Juan Carlos y Memo tuvieron un problema, originado por la denuncia del año pasado (revelación del secreto bancario), para mí ese es el origen de todo, pero nadie quiere meterse a investigar ahí.
¿Cómo ve la labor de la comisión legislativa?
-No investiga. Lo que hace es tratar de probar a como dé lugar supuestos o prejuicios prestablecidos. Más parece un tribunal de la Inquisición que una comisión investigadora con el agravante de dos componentes que contaminan demasiado: intereses electorales por un lado y el eterno afán de Ottón (Solís) de bombardear al gobierno, especialmente las figuras de Víctor Morales y Mariano. Es una especie de teoría de la conspiración, con alianzas de Ronny Monge y Patricia Mora.