Para sentirse a gusto con la ropa interior, es necesario considerar más allá del color y la tela.
Es normal que el tamaño de la cintura y el pecho cambien al ganar o perder peso, así como los cambios hormonales, un embarazo y el ciclo menstrual, por lo que, la mejor opción es verificar la talla del sostén y la cintura al menos una vez al año.
También es importante al momento de lavar las prendas usar un ciclo de lavado adecuado, de lo contrario, se arriesga a dañar la lencería.
La ropa demasiado ajustada puede provocar irritación e infección, si la parte de la entrepierna no es de algodón, esa prenda podría estar absorbiendo el calor y la humedad, produciendo hongos e irritación en la piel.
En el caso de quienes suelen usar la ropa interior para guardar dinero se debe tomar en cuenta la presencia de bacterias.
Las personas que usan tangas muy delgadas, deben considerar el gran potencial para mover bacterias de un área a otra.