Tokio. (AFP) – Un recluso chino sentenciado a muerte fue ejecutado en la horca en Japón, informó el ministro de Justicia, en lo que constituyó la tercera ejecución en 2019.
“El condenado en el corredor de la muerte, Wei Wei, fue ejecutado esta mañana”, dijo Masako Mori, quien reconoció que “reflexionó” antes de firmar la orden el 23 de diciembre.
Wei Wei, de 40 años, fue condenado a la horca por el asesinato en 2003, con fines de robo, de una pareja y sus dos hijos en Fukuoka (suroeste), “un acto extremadamente cruel”, dijo el ministro.
Actuó con dos cómplices chinos que huyeron, pero luego fueron arrestados en China.
En el proceso Wei Wei admitió los hechos, pero negó ser el autor intelectual.
“Después de tantos años habíamos podido volver a recordar los momentos felices en que los cuatro estaban vivos. Pero esta ejecución reavivó los recuerdos dolorosos”, dijo a la televisora estatal NHK un pariente de las víctimas.
Un total de 110 reclusos se encuentran en el corredor de la muerte en prisiones japonesas, algunos de ellos desde hace décadas. Esta fue la tercera ejecución del año, una cifra significativamente más reducida respecto a 2018, cuando se aplicaron 15 condenas capitales.
Varias organizaciones de derechos humanos piden una moratoria durante el año de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, pero el ministro de Justicia evitó responder cuando fue consultado al respecto por AFP.
En Japón el debate sobre la pena de muerte está relegado y el gobierno argumenta que, según encuestas, el 80% de la población está a favor. Sin embargo, según los sondeos, la proporción de respaldo a la pena capital cae a solo el 50% “si existiese la sentencia a cadena perpetua sin posibilidad de (obtener la) libertad condicional”.