Desnudo, maniatado, quemado y ejecutado, es la sístesis de los últimos minutos de vida de Jeffrey Eduardo Amador Mayorga (de 25 años), quien fue hallado 25 metros adentro de un cafetal ubicado en calle Quirós, entre Jericó y Chirogres, Desamparados.
INSTINTO POLICIAL
Un oficial de la fuerza Pública, destacado en la delegación de Frailes, Desamparados, aparentemente de nombre Olivier, caminaba por la zona y se dirigía a casa de un hermano. Minutos después debía marcar la entrada en la comisaría para entrar en servicio.
El policía, quien en ese momento se encontraba fuera de labores, se percató de la presencia de unos zopilotes, el instinto lo desvió del camino y prefirió atrasarse unos minutos para verificar el motivo de la presencia de los zonchos.
Solo avanzó unos 25 metros entre las matas de café y frente a los ojos tenía una macabra escena. El cuerpo de un hombre boca abajo, su piel carbonizada, coágulos sobre la tierra y las pantorrillas prácticamente comida por los animales.
El policía de inmediato alertó al 9-1-1, así como a sus compañeros. La escena del crimen fue custodiada de inmediato por los demás uniformados.
DIARIO EXTRA intentó conversar con el policía, quien en ese momento ya se mantenía en cumplimiento. No obstante, solo se limitó a decir que no podía dar declaraciones.
TORTURADO EN LA MADRUGADA
Agentes de Inspecciones Oculares y Recolección de Indicios y forenses se encargaron de levantar las primeras pesquisas del hecho de muerte. Al parecer el crimen se dio durante la madrugada de ayer, pues la escena estaba muy limpia y aún no estaba putrefacto.
Minutos después agentes de homicidios llegaron al sitio y reconocieron los restos, identificaron a Amador.
Según trascendió, la víctima era vecino de La 15 de setiembre, Hatillo, y tenía antecedentes por tentativa de homicidio y drogas.
Se presume que Amador fue interceptado en San José, reducido a la impotencia y luego obligado a ingresar a un automóvil. En las muñecas del occiso hay marcas de que estuvo amarrado con cinta adhesiva.
El camino quebrado y la poca iluminación fueron parte de la odisea que embargaron al afectado. La solitaria zona y las casas alejadas ayudaron para que los asesinos no fueran detectados por los vecinos.
Judiciales ahora tratan de determinar si lo prendieron llamas vivo; para garantizar acabarlo le metieron un balazo en la frente con salida en la nuca.
EJECUTADO CON UNA 45
Un casquillo de un proyectil calibre 45 fue hallado en el sitio, el cual fue remitido al Complejo de Ciencias Forenses para ser examinado. Judiciales levantaron otras evidencias que guiarán a los investigadores con los responsables de este asesinato.
El hoy occiso tenía parte de sus piernas comidas, pero se presume que fueron los coyotes los que ingirieron parte de su cuerpo.
Rolando Rivera, dueño de la propiedad donde apareció el cadáver, afirmó que cercará el terreno para evitar situaciones como esta. “Hace más de 15 años compré la propiedad y nunca se había dado una situación como esta, en ocasiones he visto parejas dentro de automotores marcar en la propiedad, así como vecinos que cortan camino y se van por un trillo. Sin embargo, a partir de mañana (hoy) comenzaré a comprar las herramientas para cerrar”, mencionó.
Preliminarmente, judiciales presumen que se trató de un ajuste de cuentas debido a la forma en que lo dejaron. No obstante, las investigaciones apenas comienzan y serán los resultados de autopsia los que determinen la hora, la forma en que lo acabaron, así como los responsables del crimen.