La aparente discusión entre un grupo de personas que se encontraban reunidas en Quebrada del Palo en Ciudad Quesada, San Carlos, se cobró la vida de dos personas que fueron baleadas.
A las víctimas mortales las identificaron como Andrés Steven Murillo Durán, de 32 años, y Manfred Mena Contreras, de 29, quienes coincidieron en una zona frecuentada por los lugareños para reunirse.
Información que detalló el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) aduce que el sitio es usado por las personas para compartir y en apariencia se acostumbra ingerir bebidas alcohólicas.
Asimismo, según declaraciones de testigos, un problema entre Murillo y Mena desencadenó que uno de ellos sacara un arma de fuego y tras un forcejeo ambos resultaron heridos.
Según trascendió a DIARIO EXTRA ambos sujetos fueron llevados en un vehículo particular al centro médico de la localidad, donde minutos después los reportaron fallecidos.
Por su parte, los agentes judiciales levantaron los cuerpos de los hombres y los trasladaron al Complejo de Ciencias Forenses para la realización de la autopsia.
El caso quedó en manos del OIJ, cuyos efectivos determinarán las causas que mediaron en el incidente.
LOS HECHOS
El Periódico del Pueblo conversó con un familiar de Murillo, quien prefirió mantener su identidad reservada y manifestó que los problemas se produjeron por una colisión contra el vehículo estacionado.
“Todo empezó porque a él le chocaron el carro, no fue la gran cosa, pero a le golpearon el carro. Él estaba ahí, tampoco era un lugar clandestino, simplemente aquí hay muchas represas o miradores y ellos estaban ahí tranquilos”, comentó.
El allegado de Murillo expresó que, ante el aparente golpe generado al auto, el hoy occiso se acercó a la persona que conducía el otro vehículo, quien presuntamente es una mujer y manejaba bajo los efectos del alcohol.
“Ellos estaban recostados en la tapa del carro, en la trompa, obviamente a nadie le va a gustar que le golpeen su carro, entonces él reclamó que qué pasaba y venía una muchacha manejando que venía tomada. Entonces les dijo ‘qué pasa, quítenle el carro, esa mujer viene borracha’, venían varios hombres dentro del carro y uno de los tipos se baja, la muchacha parquea el carro más allá y le dijo ‘cuánto puede costar el arreglo’”, señaló.
Tras conversar con el sujeto que acompañaba a la mujer que le habría golpeado el automóvil, los ahora fallecidos buscaron un acuerdo para solventar los gastos del arreglo.
“Él dijo que arreglaran y le dieran media teja (50 mil colones), entonces el muchacho le dijo que estaba bien y le dijo ‘vamos al carro para dárselo’, pero lo que sacó fue el arma. Le disparó a uno de los amigos, que le pasó la bala como rozando la oreja, y a otro amigo, que no lo pegó”, añadió.
Según indicó la persona allegada al occiso, tras el presunto tiroteo, Murillo habría intentado quitarle el arma al otro sujeto, momento en el cual se originó el forcejeo.
“Al ver eso se le tiró encima para quitarle el arma, forcejearon, se fueron a una peña y se dieron los balazos”, concluyó.
Datos a los que tuvo acceso El Periódico de Más Venta en Costa Rica apuntan que Murillo era padre de un menor de 11 años y se dedicaba a la mecánica.
DETENIDOS
Información preliminar brindada a DIARIO EXTRA manifiesta que las personas involucradas en el incidente fueron abordadas por los oficiales de la Fuerza Pública minutos después dentro de un vehículo afuera del centro médico sancarleño y otro carro en San Ramón.
Uno de los autos aparentemente involucrados es marca Honda, modelo CRV, sin placas, color gris, en el cual viajan dos sujetos, mismos que huyeron y los pegaron en la localidad alajuelense.
Supuestamente el automotor era conducido por un hombre de apellido Chacón, quien iba acompañado por un masculino apellidado Durán. En el carro se habrían encontrado rastros de sangre.
Por su parte, un segundo auto marca Hyundai Tucson fue interceptado por los azules, el cual aparentemente conducía un sujeto apellidado Solís Campos, quien era acompañado por una mujer de apellidos Araya, así como por otro hombre apellidado Salas.
Presuntamente las personas de ambos vehículos cuentan con expediente judicial por diferentes delitos, sin embargo los datos serán confirmados por los agentes policiales.