Barcelona. (AFP).- El partido independentista catalán ERC abrió la vía para la reconducción al poder la semana entrante del socialista Pedro Sánchez, lo que permitirá dejar atrás un largo periodo de parálisis política en España.
Reunido en Barcelona, el Consejo Nacional de Izquierda Republicana de Cataluña (ERC) decidió que los 13 diputados de la formación se abstengan “en la investidura del candidato Pedro Sánchez en los próximos días”, declaró Pere Aragonès, vicepresidente catalán y dirigente de ERC.
Esta abstención permitiría al líder socialista obtener la confianza de la Cámara Baja en una segunda votación el martes próximo, cuando le basta que haya más síes que noes.
Cuarenta y ocho horas antes Sánchez perderá una primera votación al no contar con una mayoría de 176 de los 350 congresistas, en la sesión plenaria de investidura que comenzará el sábado, en pleno fin de semana de la Epifanía, una fiesta importante en el calendario español.
A cambio de su abstención, ERC obtuvo de los socialistas la instalación de “una mesa de negociación entre gobiernos (el central y el regional catalán) y una futura consulta en Cataluña sobre los acuerdos que se alcancen”, señaló en un comunicado el partido separatista.
Según los socialistas, esta mesa de diálogo que se instalará en 15 días y tendrá lugar dentro del “respeto a los instrumentos y a los principios que rigen el ordenamiento jurídico democrático”, incluida la Constitución, buscará “desbloquear y encauzar el conflicto político sobre el futuro de Cataluña y establecer las bases para su resolución”.
CONDICIÓN INDISPENSABLE
Vencedor de las elecciones legislativas del 10 de noviembre, Sánchez espera gobernar junto al partido de izquierda radical Podemos, con quien pactó lo que sería el primer gobierno de coalición en España desde el fin de la dictadura de Francisco Franco en 1975.
Pero el PSOE y Podemos detentan solo 155 de los 350 diputados, por lo que necesitan el apoyo de otras formaciones.
En un Parlamento muy fragmentado, la abstención de los 13 diputados de ERC era condición indispensable para que la Cámara Baja otorgue en la votación del martes su confianza a Sánchez, quien ya cuenta con el apoyo de los nacionalistas vascos del PNV.
La investidura de Sánchez como presidente del gobierno pondrá fin a meses de parálisis en un país sumido en la inestabilidad política desde 2015.