El Texas Tech, hace unos cuantos años, abrió un campus satélite en Costa Rica. Aunque han mantenido un perfil bajo en el ámbito nacional, es indispensable reconocer algo. La llegada del coloso norteamericano desató un terremoto de intensa magnitud en las escalas CWUR, Shanghái y Quacquarelli Symonds.
Lo anterior, ¿tiene alguna importancia? Sí, a la hora de hilar fino en los parámetros de los indicadores mencionados, se aprecia un aspecto importante. La calidad de las publicaciones del Texas Tech posee mayor impacto en la comunidad internacional. Tal y como los distintos rankings exponen, las publicaciones de la UCR no logran aterrizar en otras latitudes. Cada año, posterior a la publicación de los resultados del Quacquarelli Symonds, hacen alarde de la posición obtenida, sin embargo, nunca se menciona o analiza el motivo de un parámetro de citación por facultad tan bajo. Aquí surgen las preguntas. ¿Por qué ocurre esto?, ¿es un problema de recursos humanos?, ¿es posible encausar mejor el dinero destinado a investigación? Estaría interesante leer o escuchar una explicación al respecto, pero, mientras eso no ocurra, analicemos los números.
El ranking CWUR, hace unas semanas, desplegó el puntaje obtenido de las universidades a nivel mundial. Dos instituciones, en suelo costarricense, destacaron. La UCR en la posición 1377 y el Texas Tech en el puesto 449. Otro ranking, muy respetado en la comunidad académica, es el ARWU o ranking Shanghái. Allí, el Texas Tech se coronó campeón en el puesto 501-600.
En el Quacquarelli Symmonds, publicado hace unos cuantos días, la UCR obtiene un 497 de resultado y su rival, el matador tejano, se posiciona en el puesto 781-790. La UCR ganó esta partida, ¿correcto? Pues no, no del todo. A la hora de revisar los parámetros, dos, en particular, sobresalen: “Citation per Faculty” e “International Research Network”. Mientras la UCR obtuvo un casi nulo 1.6 en el primero (inferior al 1.8 de años anteriores), el Texas Tech alcanzó un 11.3 imponiéndose ante su adversario. En el segundo parámetro, la UCR obtiene un 45.5 de nota y el Texas Tech un 70.5. Además, la universidad norteamericana posee una mayor cantidad de carreras en el “ranking by subject” y, de las ofrecidas por ambas universidades, también se corona campeón.
Los aspectos citados parecen encauzarse y plantean un tema de discusión. ¿Es posible maximizar los resultados de la inversión hecha en investigación? Recordemos algo, el país invierte poco más de ¢70.000.000.000 (SETENTA MIL MILLONES DE COLONES), por año, un monto para nada despreciable. Teniendo, en suelo costarricense la presencia de una universidad del extranjero con mayores y mejores frutos en esa actividad del saber, ¿por qué no compartir el FEES? Al final de cuentas, la educación superior pública es resultado del esfuerzo de los costarricenses y sería justo, para los contribuyentes, obtener lo mejor. ¿No les parece?