Muchas interrogantes rodean la muerte del agricultor Raúl Céspedes Álvarez de 50 años, quien dejó de respirar en el Hospital Tomás Casas de Ciudad Cortés luego de ser víctima de intoxicación.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) indaga el deceso, pues el hombre ingresó el pasado miércoles al centro médico proveniente de Palmar Norte de Osa en condición delicada, tras reportarse intoxicado con gramoxone (herbicida considerado como uno de los más venenosos).
Lo que las autoridades desconocen es cómo Céspedes acabó con su estómago lleno de este peligroso químico, que rápidamente acabó haciendo un puño todos sus órganos del sistema digestivo.
El caso lo manejan con mucha cautela para no equivocarse, sin embargo no se descarta que lo hayan obligado a beberse el coctel de la muerte, opción que estudia el OIJ.
Tampoco descartan que por accidente, el hombre haya confundido su botella de fresquito con la del veneno y el insoportable calor de la Zona Sur lo haya obligado a ingerir la botella a “cor-cor” sin percatarse que se estaba resbalando por la garganta su muerte.
El ahora fallecido siempre se dedicó a labrar la tierra y murió tras hacer lo que le llevó el sustento diario a su hogar.
Agentes del OIJ levantaron el cuerpo del hombre en el centro médico para investigar más fondo lo sucedido por medio de exámenes forenses y testimonios de sus allegados para conocer si tenía algún problema.