Los diputados podrían sesionar sábados y domingos para concluir la discusión del presupuesto ordinario de la República. Así lo analizaron las jefaturas de fracción de la Asamblea Legislativa.
Semanas atrás, el presidente del Congreso, Rodrigo Arias Sánchez, hizo un llamado a los diputados para que le den un trámite rápido al presupuesto de la República.
En las sesiones de las últimas semanas, los parlamentarios han utilizado hasta 20 minutos para referirse al expediente 23.318.
Por cada sesión en Cuesta de Moras, los congresistas tienen una 1 hora y 45 minutos para abordar las respectivas partidas del presupuesto ordinario de la República
Sin embargo, la discusión se ha centrado en los recortes que ha realizado el Poder Ejecutivo a recursos, principalmente sociales.
Adicionalmente, el trámite se ha dado de forma lenta por dos motivos: los tiempos acumulados o cedidos que usan los legisladores y los rompimientos de cuórum en el Plenario.
Es recurrente que Arias (o la vicepresidenta del Congreso, Gloria Navas) señalen que no hay la suficiente cantidad de diputados para continuar con una sesión en el Congreso.
Así, el reloj se para máximo cinco minutos hasta que vuelva a completarse la cantidad de 38 legisladores.
En promedio, por cada sesión, el cuórum se rompe de tres a cinco ocasiones en la Asamblea.
“Yo le he pedido a las fracciones una lista de quiénes harán el uso del tiempo para ver si se puede reducir esa franja de 1 hora y 45 minutos, ampliarla o pensar en una convocatoria de sábado y domingo para trabajar porque hay que tener listo para la votación del 27 de noviembre del primer debate”, explicó Arias.
“No queremos sorpresas de que algún diputado se quede sin hablar y estemos contra el tiempo”, añadió.
Se le consultó por qué no sesionan posterior a las 6 p.m. e indicó que todos los días hay comisiones legislativas luego de finalizado el Plenario, por lo que podría afectarse el funcionamiento de dichos órganos
PÉRDIDA DE TIEMPO
Pilar Cisneros, jefa de fracción de Progreso Social Democrático (PPSD), aseguró que utilizar casi dos horas en materia presupuestaria es un “gasto de tiempo”.
“Yo estaría encantada de sesionar los fines de semana, las 24 horas y 365 días del año. Si todo mundo quiere hablar, ¡qué lo hagan! Pero vengamos el sábado y el domingo. Para mí, no se logra nada (con las discusiones)”, mencionó la oficialista.
En contraparte, el jefe de fracción del Frente Amplio (FA), Jonathan Acuña, mencionó que utilizarán el tiempo necesario para abordar los recortes hechos por el Ejecutivo.
“Es una decisión de cada fracción, para nosotros es un tema central porque es un asunto que tiene efectos en todas las instituciones, políticas públicas y por eso utilizamos el tiempo para dar la discusión, además que fue un presupuesto objeto de polémica y tensión entre el Legislativo y Ejecutivo. No tiene ningún sentido decir que queremos retrasar el presupuesto. La discusión en el parlamento no sobra”, explicó Acuña.
El presidente del Congreso no calificó la utilización del tiempo como una “pérdida”.
“Cada diputado hace un análisis de acuerdo con su punto de vista. No lo puedo calificar así. Yo soy respetuoso del tiempo y del reglamento”, concluyó.
El presupuesto de la República debe estar aprobado, en primer debate, a más tardar el próximo 27 de noviembre.
De forma definitiva, el texto de ley debe ser avalado el martes 29 de noviembre.
Cabe recordar que el presupuesto presentado por el Ministerio de Hacienda para el año 2023 es ¢12.26 billones (aumenta 6,5% respecto al del 2022).
En cuanto al texto original se hicieron rebajas por ¢108.000 millones por un redireccionamiento de partidas para varias instituciones, principalmente de corte social.