Lo que sería una caminata tranquila al atardecer, cazando garrobos, se convirtió en una historia que nunca olvidará un grupo de vecinos del cantón nicoyano.
Los individuos, no identificados, pasaban por un lugar conocido como el Basurero, esto a dos kilómetros del centro de Nicoya, cuando de pronto observaron cerca de una quebrada unos huesos, similares a restos humanos, por lo que inmediatamente dieron aviso a las autoridades.
Lo que sería una caminata tranquila al atardecer, cazando garrobos, se convirtió en una historia que nunca olvidará un grupo de vecinos del cantón nicoyano.
Los individuos, no identificados, pasaban por un lugar conocido como el Basurero, esto a dos kilómetros del centro de Nicoya, cuando de pronto observaron cerca de una quebrada unos huesos, similares a restos humanos, por lo que inmediatamente dieron aviso a las autoridades.
Cuando estas llegan al lugar, se topan con las extremidades superiores de un cuerpo en las afueras de un rancho; en teoría, todas dispersas por animales y aves de rapiña. Además, las extremidades inferiores (piernas) en una especie de cama que estaba dentro de la choza, todo en estado de putrefacción.
Según un reporte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), los restos podrían ser de un hombre de nacionalidad nicaragüense, de apellidos Camacho Rodríguez, de entre 50 y 60 años.
Los restos, que se encontraron a eso de las 4 p.m., estaban en una finca propiedad de un hombre de apellidos Montero, quien aparentemente, desde hace algunos meses, le habría permitido a Camacho construir un rancho para vivir.
En la escena no se encontraron signos de violencia, sin embargo será el resultado de la autopsia el que determine la causa de muerte.
En dos semanas este es el segundo hallazgo similar en Nicoya, el pasado Jueves Santo, un grupo de cazadores encontró una osamenta esparcida en un área de 5 metros cuadrados, en medio de un charral (en una montaña), a ocho kilómetros carretera a Quiriman.
En ese momento se descubrieron huesos de cráneo, brazos y piernas, una camiseta y un par de zapatos. En ambos casos se presentaron agentes judiciales de la Subdelegación Regional de Nicoya, quienes se dispusieron al levantamiento de los restos óseos y a realizar las investigaciones en torno a los hechos.