Soy un hombre de 30 años, vivo en unión libre. Desde hace 5 años comparto el apartamento con mi pareja, al inicio noté que me costaba terminar, pero solo me sucedía algunas veces, pero luego ha venido aumentando y ahora casi siempre tengo el problema. Leí en internet que era cuestión de ser más vigoroso con los movimientos de penetración, pero yo le doy, le doy y nada que sale el semen, más bien me canso y se me cae la erección.
– Este es el relato característico de aquellos que padecen de problemas para eyacular, consiguen una adecuada erección, pero les cuesta conseguir la salida del semen. Inicialmente ambos, él y ella, se sienten complacidos porque la eyaculación no sucede rápidamente como suele suceder a la mayoría de los hombres porque padecen de eyaculación precoz.
Sin embargo, luego se dan cuenta que este conveniente retraso se convierte en una imposibilidad real que gravita en contra, es decir no logran eyacular, por eso, tratan de aumentar la frecuencia e intensidad de los movimientos pélvicos y aunque al inicio eso funciona, el alegrón es transitorio porque rápidamente vuelve a tener el problema, pero con el agravante de que de tanto intentar sobreviene el cansancio y es común que la erección se desvanezca.
Estos problemas rara vez se resuelven por sí solos, en la mayoría de los casos es necesario consultar y realizar diversos exámenes con el fin de determinar la causa, y con ello instaurar el respectivo tratamiento. Es importante destacar que, hace unos cuantos años, no contábamos con ningún medicamento para resolver este problema, afortunadamente hoy contamos diversos fármacos que le devuelven el adecuado rendimiento sexual a estos pacientes.