Mario Andrés Valencia Moraga, de 33 años y alias “Zorra Gacha”, deberá pasar los próximos 50 años tras las rejas porque lo hallaron culpable de acabar con la vida de Noely Carolina Briceño Morales, de 28 años, en Nicoya, Guanacaste.
El veredicto lo dictó el tribunal penal, que originalmente lo sentenció a 565 años de prisión, pero le readecuó la pena a 50 por ser el monto máximo permitido por la ley.
Los delitos por los que se acusó al hombre son femicidio, tentativa de homicidio calificado e incumplimiento de medida de protección.
Los hechos ocurrieron el 9 de octubre de 2021 en el barrio San Martín, cuando la ofendida se encontraba en su casa en compañía de otra persona de apellidos Obando Vallejos.
“De acuerdo con la acusación, el imputado sabía de la existencia de medidas de protección impuestas en su contra, por parte del Juzgado de Violencia Doméstica; según la resolución judicial, Valencia tenía prohibido perturbar a la víctima, sin embargo, este se presentó a la casa de la ofendida y le gritó”, informó la Fiscalía.
Al parecer horas después el sujeto regresó y entró a la casa sin autorización de la mujer.
“Una vez dentro de la propiedad, se dirigió hacia donde se encontraban las víctimas e hirió con un arma punzocortante a Obando Vallejos”, añadió.
Después el imputado apuñaló a Briceño siete veces. A los heridos los trasladaron en condición delicada al Hospital La Anexión, donde los médicos debieron intervenir quirúrgicamente a Briceño, pero eso no fue suficiente para salvarle la vida.
DETENCIÓN
Una hora después del deceso de la mujer se giró una alerta a las autoridades, debido a la llamada que hizo una persona para dar la ubicación de Valencia.
De inmediato los oficiales de la Fuerza Pública se trasladaron hasta el lugar, donde lo detuvieron.
De acuerdo con fuentes cercanas al caso, Valencia descontó varios años de prisión por acabar con la vida de un hombre en una fiesta familiar.
Al parecer debido a que Briceño se enteró de supuestos oscuros secretos que él le ocultaba ella decidió finalizar la relación, lo que al acusado no le agradó.
La mujer montó un negocio de comidas rápidas en casa con ayuda de su madre para salir adelante y velar por el sustento de sus tres hijos de 9, 4 y 2 años. Además estudiaba por las noches en el Colegio Técnico Profesional de Nicoya.
Mientras la sentencia adquiere firmeza Valencia permanecerá en prisión preventiva.