Las amenazas de muerte que le externaron desde hace 4 meses a Steve José Monge Cerdas (de 18 años) se convirtieron en realidad la madrugada de ayer en el sector 1 de Los Guido, Desamparados.
Al parecer, las drogas son una vez más la causa por la que liquidaron de un balazo a “Resona” como le conocían en la zona y lo dejaron en la puerta de la casa de una lugareña.
La última vez que vieron a Monge con vida fue en compañía de una mujer y un hombre, quienes al parecer se percataron de la persecución que sufrió el hoy occiso antes de dar su último suspiro.
ÚLTIMA SONRISA PARA HERMANA
Evelyn Monge, hermana del fallecido, comentó que cerca de la medianoche del anterior jueves lo vio caminar por las alamedas del sector 7 de la zona. “Estaba con mi novio y él solo nos sonrió, fue la última sonrisa que nos regaló, caminaba normal y sin temor. A pesar de que expresó tener amenazas nunca nos imaginamos que lo acabarían”, acotó.
Supuestamente, los tipos al verlo indefenso y con solo dos personas, se le pusieron “al corte”, Monge al percatarse de la situación intentó poner la vida a salvo, pero sus largos pasos acabaron antes de salir los primeros rayos del sol.
Lugareños se tiraron de la cama al escuchar la balacera a las 5:45 a.m. de ayer; cuando abrieron la puerta se toparon con el cuerpo de “Resona”, cubierto de sangre. Paramédicos señalaron que la herida era mortal y lo declararon fallecido, dijo el socorrista Steven Roman.
“Sabemos que lo mataron cerca de la casa, pero desconocemos quiénes lo hicieron. En ocasiones expresó tener problemas, pero no decían contra quiénes”, comentó José Monge, padre del muchacho.
TRATARON DE SALVARLE MUERTE ANUNCIADA
José Monge, indicó que en reiterados momentos se trasladó a su hijo a Siquirres (Limón) con la intención de salvarle la vida. “La semana anterior le insistí para llevarlo donde unos familiares, no quiso. Si solo nos hubiese escuchado, esto no habría ocurrido”, expresó Monge. Los restos del joven serán velados en la iglesia Metodista y seguidamente lo pasarán al cementerio de San Miguel, Desamparados.