Este domingo Alberto Cole de León, alcalde de Osa, fue detenido en un operativo por la restricción vehicular sanitaria cuando transitaba en su vehículo, cuya placa termina en 1, por lo que no debía circular ayer.
Ante esa situación un oficial de tránsito y un policía de la Fuerza Pública, le solicitaron el documento que demostrara la excepción para circular.
En este punto comenzó la diferencia entre las partes porque el jerarca municipal afirma que mostró el carnet que lo acredita como alcalde, pero el oficial insistió en que debía tener una carta de su patrono con las especificaciones establecidas.
“Me identifiqué con mi carné de alcalde y mi cédula, pero me exigieron una carta, que obviamente soy yo el que la emite. Aun así me bajaron las placas y me hicieron la multa”, comentó Cole de León, quien en ese momento regresaba a la municipalidad.
Durante el día estuvo en la coordinación para la entrega de diarios a familias que requieren ayuda ante la emergencia sanitaria del Covid-19, había ido a su casa y en la tarde se disponía a continuar con sus labores.
“Estábamos coordinando la entrega de alimentos y recibiendo otros que llegaban de San José. Los almacenamos porque aquí está la Región Brunca de la Comisión Nacional de Emergencias”, explicó al alcalde, quien además es el coordinador del Comité Local de Emergencias.
Incluso afirmó que el oficial de tránsito tuvo una actitud prepotente y no permitió que llamara al director de la Policía de Tránsito o bien al presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) para aclarar el tema.
Ante esta situación DIARIO EXTRA conversó con Minor Picado, director regional de Tránsito, quien indicó que la información que recibió es muy diferente, por lo que se abrió una investigación.
“Lo que conversé con el oficial es que el señor no mostró nada que lo acreditara como alcalde y él no lo conocía, por lo que procedió como correspondía porque tampoco mostró una carta”, manifestó.
No fue hasta después que supo de quién se trataba, pero ya había hecho el parte correspondiente.
Picado dejó claro que el oficial como parte de su uniforme porta una cámara, cuya grabación se revisará para determinar qué ocurrió y cuál de las dos versiones se apega a la verdad de los hechos.