Un oficial de seguridad privada de un supermercado en El Roble, Puntarenas, vivió los peores momentos de su vida cuando cinco asaltantes armados lo amenazaran de muerte y con herir a su familia si alertaba a la policía sobre el millonario robo que ejecutarían en el lugar.
El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) informó que a las 2 a.m. los sujetos llegaron al lugar y desde la vía pública abrieron un boquete en el sector oeste de la malla para ingresar, luego se las ingeniaron para acceder al interior del local comercial.
Una vez dentro interceptaron al guarda, de apellido Cernas, a quien le dijeron que otros cómplices se movilizaron hasta su casa, donde tenían retenida a su familia, y si daba aviso a la policía lo matarían a él para luego ir por sus seres queridos.
A partir de ese momento el hombre comenzó a vivir los peores minutos de su vida, pues su mayor temor era que al finalizar el atraco los antisociales les hicieran daño a sus allegados.
En el OIJ indicaron que durante casi una hora los delincuentes lograron apoderarse de un millonario botín, pues se las ingeniaron para abrir un cajero automático de un banco privado, del cual sacaron las cajas con los billetes, sustrajeron artículos electrónicos y dinero de las cajas registradoras, llevándose con ellos aproximadamente ¢31 millones.
TUVO QUE MENTIR
Pablo Bertozzi, director regional de Fuerza Pública en Puntarenas, explicó que la primera alerta se recibió por parte de la empresa de seguridad privada para la que trabaja Cernas.
Los funcionarios les indicaron a los policías que algo estaba pasando en el supermercado porque no observaban ningún movimiento.
Debido a esto una patrulla se movilizó hasta el lugar, donde llamaron a Cernas y tras consultarle si todo estaba bien, este les manifestó que sí, que no había nada anómalo en el lugar.
De inmediato la unidad se retiró, pero tiempo después la empresa volvió a indicarles a los policías que en las cámaras de monitoreo seguía sin observar movimiento alguno, por lo que pidió que nuevamente hicieran una visita al supermercado.
En ese momento el guarda pudo decirles a los uniformados que efectivamente se metieron a robar al sitio, pero que anteriormente no reveló nada porque antes de salir los maleantes lo amenazaron con matarlo a él y su familia.
Ante esa situación un grupo de oficiales se trasladó hasta la vivienda, donde descartó que sus seres queridos estuvieran en riesgo.
“Lo tenían amenazado de que si le informaba a la policía le iban a hacer daño a la familia, que supuestamente tenían retenida para poder cometer el delito. En ese momento ya los delincuentes se habían retirado del sitio. Se hizo un operativo en el lugar para tratar de ubicarlos, pero no fue posible”, explicó Bertozzi.
Agregó que en una primera revisión en el sitio se ubicó una herramienta conocida como pata de chancho, así como un equipo de comunicación.
El caso es investigado por la policía judicial para hallar a los hampones. Para esto los agentes entrevistaron al afectado y procedieron a revisar los videos de las cámaras de seguridad con el fin de esclarecer lo ocurrido.