La expresidenta de la República Laura Chinchilla Miranda, quien ejerció el cargo en el periodo 2010-2014, se separó de las filas de Liberación Nacional (PLN).
A través de una carta publicada en sus redes, Chinchilla manifestó que se separa de la agrupación verdiblanca, ya que a lo interno “se han venido produciendo acciones y omisiones por parte de las estructuras” que, en vez de responder a los desafíos políticos “alejan las aspiraciones de muchos liberacionistas” y, además, “no corrigen errores, ni rectifican el rumbo moral y político del PLN”.
“Si bien sigo creyendo en la relevancia de Liberación Nacional para el bienestar de Costa Rica (…) no encuentro las condiciones para seguir librando mis luchas desde esa trinchera”, manifestó.
“Por esa razón, he tomado la decisión de desafiliarme del partido por tiempo indefinido, sin que esto suponga que me incorporo a organización política alguna; tan solo paso a engrosar el número cada vez más amplio de ciudadanos que están rompiendo barreras partidarias para encontrarse en procesos de reflexión política, tan indispensables en los tiempos que corren”, agregó.
Según Chinchilla, abandona las filas verdiblancas “con la tristeza de quien abandona su casa” y espera que los más jóvenes “puedan corregir el rumbo”.
“Deposito esa esperanza en las generaciones más jóvenes de nuestro partido y nuestro país, en su ímpetu, creatividad y profunda conciencia sobre las graves amenazas que enfrenta su generación”, añadió la exmandataria
Cabe señalar que Chinchilla tuvo diferencias con la militancia y estructuras internas por la permanencia de Gustavo Viales en la secretaría general del PLN.
Incluso, el Directorio Político Nacional de la agrupación verdiblanca fijó Asamblea Nacional el 6 de agosto para el tema.
No obstante, cancelaron la Asamblea Nacional ya que, “después de revisar jurisprudencia emitida por el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE)” no podían sacar a Viales de la secretaría general.
DIARIO EXTRA tiene conocimiento de que, a lo interno de la agrupación, la cancelación de la Asamblea y la permanencia de Viales en el cargo genera pugnas y divisiones que han llevado a la salida de muchos verdiblancos, tal como el caso de Chinchilla.
“Luego de tres derrotas electorales consecutivas, Liberación Nacional sigue actuando como si nada hubiese ocurrido. Peor aún, en lugar de proceder a hacer una valoración honesta, rigurosa, crítica y participativa sobre su presente y futuro, el partido entró en un estado de letargo y negación sobre lo ocurrido, insistiendo en ver las pérdidas como victorias y sus debilidades como fortalezas”, publicó.
NEGLIGENCIA
Según Chinchilla, en el PLN se han postergado discusiones y decisiones relevantes sobre estructuras, procedimientos éticos y orientaciones programáticas.
Del mismo modo, personas cuestionadas (como Viales) se han entronizado en las estructuras.
“Si aspiramos a que Liberación Nacional vuelva a convertirse en un efectivo articulador entre las expectativas ciudadanas y el poder público, debemos colocar en el centro de nuestras preocupaciones los postulados éticos en los que se fundó y actuar en consecuencia. En el caso del partido Liberación Nacional, el dilema entre responsabilidad y falta de confianza es especialmente mayúsculo y urgente de atender, dado su peso histórico y porque por más de ocho años ha sido la principal fuerza de oposición política en el país”.