“Es como si se lo hubiera tragado la tierra”, así se refiere Mariela Delgado a la desaparición de su esposo Julián Francisco Paso, visto por última vez el 25 de febrero en el centro de Jacó, Puntarenas.
Ese día después de trabajar se dirigió a un cajero automático para sacar dinero de una tarjeta que la pareja comparte. Tras retirarse de ese punto su paradero es todo un misterio.
“Me puso un mensaje que le mandara el número de pin, luego me llamó y me dijo que ya iba por la plata y a agarrar el bus, que salía a las 6:00 p.m., ya que el cajero está a la par de la parada”, explicó.
Posteriormente el teléfono ha estado apagado y nadie se ha logrado comunicar con él, por lo que procedieron a poner la denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) el mismo 25 de febrero. Hasta el momento las únicas pruebas documentadas son un video donde se observa al hombre de 33 años dirigirse al cajero automático y el aviso de que se retiraron ¢10.000. Paso tiene seis años de vivir en Quebrada Ganado de Garabito y se dedica a la construcción. De acuerdo con su esposa, “es un muchacho que no tiene problemas con nadie, tranquilo. Yo la fe no la he perdido, tengo mucha fe de que él va a volver con bien”, dijo, y agregó que sus compañeros de trabajo lo han estado buscando.
Delgado pide ayuda para que cualquier pista que conduzca a su paradero sea entregada a las autoridades.