En dado momento Luis Amador, ministro del MOPT, fue llamado a comparecer a la Asamblea Legislativa con el fin de aclarar a los diputados una serie de dudas; lo mismo le tocó a la ministra de Salud Jocelyn Chacón. En el caso de la Ministra de Salud, se notó la saña de las fracciones del PLN y FA, sobre todo de ciertos diputados que se encargaron de hacerle las horas insoportables a la doctora Chacón. Y es que, si vemos al PLN, pareciera que al tener mayor representación se envalentonó en esa comparecencia.
Es más, a cada rato distintos legisladores le preguntaban a Chacón lo mismo, pero en otras palabras, a lo cual la Ministra decía que ya esas preguntas las había contestado.
Otra cosa, al menos un diputado hizo un papelón al dar a entender que la Ministra le había faltado el respeto, y otro legislador ni dejaba responder las preguntas a Chacón.
Además, ya que se dedicaron algunos a acribillar a la Ministra que le tocó asumir el “chicharrón” del gobierno anterior, entonces por qué no llamaron a comparecer a los exjerarcas que montaron también un show de tonterías como la tal “burbuja” para la pandemia (que al final de cuentas nunca existió, pues los contagios siempre se dieron masivamente). Pero ese no es el final de todo, pues más comparecencias se han dado en que llamaron a otros funcionarios del actual Gobierno.
Qué espectáculo de más mala calidad implican las comparecencias, es más, parecen un montón de leones que se lanzan sobre las víctimas en la arena del circo romano.
Ya no es momento de esos viles ataques contra los jerarcas del gobierno actual, en cambio es momento de guardar las banderas partidistas y elevar más bien la bandera nacional, o sea, unirnos para sacar a este país adelante, que ya ha sido tan saqueado por tantos neofilibusteros, y mal administrado por un montón de charlatanes, que se han burlado del pueblo en las últimas décadas.
La verdad es que esas convocatorias legislativas son una pérdida de tiempo y, como dijo en dado momento el mismo presidente Rodrigo Chaves, se ve que eso está politizado, o sea, es una manera de desautorizar la labor del actual gobierno.
*Escritor y comentarista de temas cotidianos