Son muchos los titulares y opiniones sobre supuestas pérdidas en los fondos de pensiones, específicamente en el Régimen Obligatorio de Pensiones Complementarias (ROPC), que han acaparado la agenda mediática durante las últimas semanas.
La forma en que ha sido expuesta la información, por algunos medios de comunicación, en lugar de contribuir a la formación de criterio y a la información clara y transparente, genera alarma en las personas sobre el resguardo de los recursos y la buena gestión de las Operadoras.
En primer lugar, se debe señalar que toda inversión que se haga debe estar ajustada al momento en que se requieran esos recursos. En el caso particular del ROP, al ser un fondo de pensión, las inversiones se realizan en un horizonte de largo plazo, lo cual es completamente lógico, dada la naturaleza de estos fondos, que es pagar una pensión.
La rentabilidad histórica de los fondos de pensiones, al mes de junio y según datos de la Superintendencia de Pensiones (SUPEN), oscila entre el 11,50% y el 12,46%, con un promedio para la industria de 11,9%. Se trata de rendimientos extraordinarios que superan cualquier producto financiero existente en el mercado.
Dichos rendimientos constituyen, junto a los aportes realizados por cada persona, el dinero que permite pagar una pensión a los afiliados.
De esa “buchaca” que cada uno de nosotros tiene acumulada en su cuenta individual, se estima que el 70% corresponde a rendimientos, mientras que el 30% restante proviene de los aportes del trabajador. Las cifras son elocuentes. Es claro que la gestión de los portafolios ha sido eficiente en función y beneficio de las y los trabajadores.
Caso aparte es lo que ha sucedido este año en materia de rendimientos. Las variaciones en los rendimientos que han tenido los fondos de inversión, incluidos los de pensiones, durante este 2022, se explica principalmente por la crisis financiera internacional. El retiro progresivo de estímulos monetarios por parte de los bancos centrales, los problemas con las cadenas de suministro y el conflicto bélico Rusia-Ucrania, han provocado niveles históricos de inflación en el mercado internacional, de tal forma que los países ajustan sus tasas de interés al alza con el objetivo de contrarrestar los efectos adversos del crecimiento de precios. Esta conmoción en el mercado nacional e internacional ha provocado un comportamiento volátil en los rendimientos, que se refleja en los estados financieros de las Operadoras de Pensiones, información que se comunica mensualmente y en forma transparente a los afiliados en su estado de cuenta.
Por ejemplo, para los meses de enero, febrero, abril y junio se han observado resultados negativos; en tanto, para marzo, mayo y julio estos han sido positivos.
Lo anterior corresponde a efectos de carácter contable, a la manera en cómo se registran estos movimientos y se valoran las inversiones, pues los fondos de pensión deben valorar los portafolios de inversión a precios de mercado. Urge ser enfático: Esta valoración no corresponde a una pérdida ejecutada o materializada, como de manera errónea se ha manifestado en algunos medios de comunicación.
Las minusvalías por valoración a precio de mercado no son pérdidas, ni son una causa que permita, si quiera, pensar que debemos hacer ajustes. La prudencia y la experiencia aconsejan esperar a que el fenómeno descrito pase y se ajusten las tasas al promedio histórico.
En un contexto de crisis como el que enfrentamos actualmente, en el ámbito nacional y mundial, la desinformación tiene efectos nefastos en los costarricenses y en los procesos de toma de decisiones.
Por tanto, la verdad y la responsabilidad deben prevalecer en todo momento. No es cierto que los fondos de pensiones estén materializando pérdidas. Debemos proteger estos recursos de tal forma que podamos garantizar una mejor calidad de vida en la vejez.
A la fecha, los fondos complementarios de pensiones basados en capitalización individual cumplen la función para la que fueron creados: garantizar un ingreso adicional y digno a la pensión básica, que mejore las condiciones de vida de las personas adultas mayores.
*Gerente General, Popular Pensiones