Los funcionarios del Complejo Penitenciario La Reforma, en San Rafael de Alajuela, no tienen qué comer y para ello dependen de la asistencia de sus compañeros, quienes recogen dinero para mandarles a comprar alimentos.
Después de que el centro penal cerrara las puertas tras conocerse del primer caso de Covid-19, no podía entrar ni salir nadie. Desde entonces, semana y media después, los funcionarios que quedaron en cuarentena no reciben alimentación y en algunos casos solo comen arroz y salchicha.
De hecho, la jornada laboral es la misma, unos trabajan 12 horas seguidas y descansan 12, otros por escuadra trabajan las 8 horas y descansan 8 en pleno aislamiento.
Cabe señalar que en los roles normales laboran 7 días y descansan 7; es decir, no han tenido la semana de descanso que les corresponde. Sin embargo lo insoportable de la situación no es el aislamiento, sino que el Ministerio de Justicia y Paz los invisibiliza.
Ante lo anterior muchos cuestionan dónde están las autoridades del Ministerio de Salud, pues tampoco conocen la orden sanitaria de aislamiento. Incluso, si esta existiera, cuestionan por qué no aparecen los representantes de esa cartera.
“Este es el centro penal más grande y peligroso del país. La ministra de Justicia brilla por su ausencia, quizás no conoce la estructura del centro en nada. Vino solo una vez y fue a Arcos, que es completamente alejado del grueso y pesado de La Reforma. Ahí (Arcos) están los bien portados.
Ni que de la Dirección de la Policía Penitenciaria. La directora va de la mano de la ministra, ambas son completamente ausentes en estos recintos. Al menos antes se escuchaba más a Pablo Bertozzi, que venía aquí, pero ella (Daisy Matamoros) no he escuchado nada. Aquí trabajamos entre 50 y 70 funcionarios que somos seres humanos y también defendemos el país”, denunció una funcionaria.
PONEN MORDAZA
El asunto empeora tras la noticia de este martes, donde DIARIO EXTRA da a conocer que la “ministra pone mordaza a funcionarios de Justicia”, pues tratan a toda costa de que las informaciones no se filtren.
No obstante, se sabe que varios personeros ingresaron a trabajar, pese a la medida de aislamiento. Llegaron a una oficina improvisada y una secretaria les lleva los documentos hasta donde están.
Así las cosas, parece que la ministra Fiorella Salazar comenzó su administración con el pie izquierdo. Pero no todo es malo, pese a las críticas, le sobra el trabajo como inspectora de tránsito en los operativos de restricción vehicular sanitaria.