Acepta que los manudos llegan presionados y urgidos de una victoria.
Ídolo tanto en Alajuelense como en Guatemala, el exdelantero Johnny Cubero conversó con DIARIO EXTRA sobre el clásico y la actualidad de los manudos. A 10 días de cumplir 48 años, cuenta cómo cambió el balón por la cocina y les da a los manudos la receta para ganar el choque de este viernes ante Saprissa.
¿Qué le parece el fútbol de Alajuelense?
– La verdad, la verdad, el fútbol que hace Alajuelense desde el torneo pasado no es de mi agrado. Es un equipo inconstante, donde vienen cambios de jugadores de un partido a otro, los cuales han venido a errar. Ya no es ese equipo contundente que va al frente y que gana dentro y fuera de casa. Eso lo hemos perdido, esa identidad de equipo y la afición no está nada contenta con el accionar del equipo, pero más que todo de la forma de jugar y no de los jugadores. Es la manera en que se plantean los partidos.
¿Por qué hay opciones, pero no se anota?
– Es que estamos careciendo de un goleador y el que está llenando ese vacío es Joel (Campbell), pero Joel no es un goleador nato. Es un gran jugador, ha venido a llevar las expectativas y ha hecho las cosas muy bien, al igual que (Michael) Barrantes, que es de los puntos altos de los que han llegado. Carecemos de esos goleadores de cepa que te pueden resolver un partido y que de a poco suman minutos, jerarquía y dan la tranquilidad que hay que tener como equipo porque resuelven el partido en cualquier momento.
¿Recuerda pasar por algo similar?
– Era muy diferente en mi época, porque el que jugaba tenía que seguir jugando aunque estuviera lesionado, enfermo, con gripe o tuviera un esguince. A uno los profesores le preguntaban “cómo estás para el domingo”, y a como estuvieras vos tenías que decir que sí, porque si le dabas chance a los muchachos que venían atrás y ellos hacían bien ese partido, volvías a jugar en dos meses, por la competitividad.
¿A quiénes recuerda en aquellos momentos?
– Teníamos casi ocho delanteros de muy alto calibre. Estaban Jozef Miso, Allan Oviedo, Claudio Ciccia, Vicente Rosella, Erick Scott, Johnny Cubero… el que no rendía, tenía que dar campo. Ahora tienen tranquilidad de que si no juegan en un partido lo hacen en otro y se pierde competencia.
¿Llega la Liga presionada al clásico?
– Claro que llegamos muy presionados y complicados. Tristemente, no es buena esa relación entre la afición y el técnico. La idea de un equipo grande como Alajuelense es caminar de la mano jugadores, técnico y afición. Ese canal está cortado.
¿Qué tipo de partido espera?
– Un partido intenso por parte de los dos equipos. Son clubes importantes y a la hora de la hora los clásicos son diferentes por más mal que ande un equipo o bien que ande el otro. Lo puede ganar cualquiera, pero llegamos presionados, con urgencia de victoria. Lo necesitamos porque la afición necesita un gane contundente ante el Saprissa para estar más tranquilos y tener un poco más de panorama positivo.
¿Cuál es la receta para que la Liga gane el clásico?
– La receta de los clásicos es siempre la misma, jugar con pundonor, entregarse al 100%. Esos partidos uno los sueña toda la semana. Siempre me encantó jugarlos, los viví al tope para darles esa alegría a la afición y que griten el “Liga, Liga”. La única receta es que los jugadores tengan positivismo y sobre todo compromiso de lo que significa vestir la camisa de la Liga.
¿Desde hace cuánto tiene restaurante?
– El Restaurante Sal y Pimienta lo tengo en el centro de Grecia hace nueve años. Tenemos catering service, parrilladas y alquiler de mobiliario para eventos.
¿Se graduó de chef?
– Así es, en Guatemala estuvimos estudiando un poco de gastronomía.
¿Lo sigue reconociendo la gente?
– Sí, generalmente en los eventos saco un ratito para sacarme fotos y platicar con toda la gente que gracias a Dios de uno no se olvida. El cariño que le tienen a uno como liguista es vital para seguir viviendo esto del fútbol, que es una pasión. Los recuerdos y las amistades quedan.