Jossimar Pemberton es claro ejemplo de que el fútbol puede poner a los jugadores en las situaciones más complicadas que se puedan imaginar y al día siguiente dar las mayores alegrías. En su caso estuvo a punto de ser encarcelado, pero su situación dio un giro de 180 grados.
El limonense jugó la temporada 2016-2017 con el Municipal Liberia, pero al firmar con los Coyotes jamás imaginó que sería una de las decisiones más difíciles de su vida. Las deudas de salario empezaron al inicio del torneo y el martirio comenzó.
En noviembre de 2017, después de un partido entre Liberia y Saprissa (1-5), se cambiaba en el camerino, pero afuera dos oficiales de la Fuerza Pública lo esperaban para arrestarlo, pues debía un mes de pensión porque Liberia no le depositaba su salario y no tenía con que pagar.
Al final logró un acuerdo con el presidente del club para saldar su deuda y no ir a la cárcel, pero esas experiencias son las que hacen al volante ofensivo apreciar más el momento que vive.
“El fútbol es así, te puede poner arriba o abajo. Lo importante es tener perseverancia y trabajar a conciencia. Con trabajo honrado uno puede llegar lejos”, declaró.
Para él su paso por el Cartaginés es un resurgir, pues en Alajuelense y Liberia no tuvo mucha suerte. Hoy en día es el goleador brumoso con 3 tantos y sueña con un puesto en el combinado patrio.
“Una de mis metas a corto plazo es llegar a la Selección, pero el momento que vivo sé que no es suficiente, debo continuar trabajando. El profe Wanchope sabe cómo dirigirnos y orientarnos para alcanzar esas metas”, agregó.
Aseguró que no le guarda ningún tipo de rencor al club erizo por los pocos minutos que le dieron, pero las anotaciones que consiguió ante los manudos lo llenaron de alegría.
“Sentí mucha felicidad porque pude poner arriba a mi equipo dos veces. También muy feliz por el esfuerzo de mis compañeros, lastimosamente no se nos da el resultado y eso no me deja irme del todo contento”, manifestó.
Por último, el limonense dijo que se siente con más madurez emocional para enfrentar este nuevo reto en el Cartaginés y solo se enfoca en el fútbol, pues en algún momento de su carrera les dio prioridad a otras actividades que bajaban su nivel futbolístico.
LO DIJO
\”Creo que los aficionados no se van del todo tristes, hay unos que sí son muy agradecidos. Yo me voy un poco triste, pero no del todo. Hicimos un gran trabajo en el campo, estuvimos aplicados. Las jugadas puntuales fueron las que marcaron la diferencia, no supimos cortar un par de jugadas en el momento adecuado y la Liga las aprovechó. Son cosas que debemos corregir, pero esto está empezando\”
Paulo César Wanchope, D.T. del Cartaginés.