La papaya nace de una planta herbácea, de tallo carnoso muy esponjoso y llega a medir hasta 9 metros de altura; sus hojas son de color verde oscuro, gruesas y de hasta 80 cm de longitud.
Es una fruta blanda, que al madurar cambia a color anaranjado y cuenta con numerosas semillas de color negro.
Está compuesta principalmente por: agua, hidratos de carbono y papaína, la cual es una enzima que ayuda a digerir las proteínas.
La papaya es ampliamente reconocida por sus cualidades médico-intestinales y por su gran aporte de vitamina A y C al organismo, así como sus propiedades curativas.
Se recomienda consumirla por las mañanas, como parte del desayuno, puede ir acompañada de algún yogurt o cereal.
También se puede destacar sus cualidades médico-intestinales y su gran aporte de vitamina A y C al organismo, así como sus propiedades curativas.
Este fruto tiene múltiples usos, entre los cuales destacan sus cualidades como ablandador de carnes, gracias a la presencia de papaína.
También la cáscara de papaya es una excelente opción para utilizar en el jardín o huerto, debido a que mejora el rendimiento de los cultivos y la fertilidad del suelo.