Traen sabor del Pacífico a la capital
“¡Yo sé lo que es pulsearla! Soy nativa de Costa de Pájaros y desde güila andaba sacando camarón en la lancha de mis abuelos. ¡No ha sido fácil! Lo más duro fue la pandemia y nos obligó a salir adelante. ¡Vea, aquí estamos! (risas)”.
El tesón y el empeño han sido pan diario en la vida de Ana Ruth Medrano, quien hoy, luego de vender corvina en una bicicleta, ha logrado tener un emprendimiento que distribuye productos de mar en toda la Gran Área Metropolitana.
La mujer, que pertenece a la Asociación de Pescadores Artesanales y, además, a la Federación de Pescadores Artesanales en pequeña escala de Costa Rica, ha hecho que toda su familia se involucre en su pyme: Ryan’s Seafood.
“Éramos tan pobres que me tuve que salir del colegio y me dediqué a vender mariscos. Empezamos con una neverita. Luego, una moto y, cuando nacieron mis hijos, les compré una bicicleta a cada uno. ¡Ahí iban los chiquillos a la par mía! Después, un carro que se nos varaba cada dos kilómetros. ¡La gente piensa que ha sido fácil!”, compartió.
Y agregó: “A puro esfuerzo y con pescado, logré sacar a mis hijos adelante. Cuando se vino la pandemia, se nos cerraron los negocios en Puntarenas y decíamos: ‘¿qué hacemos? ¡Nos la jugamos!’. Empezamos a traer productos en San José, abrir rutas y vea, ahora ya tenemos clientes. ¡Venimos una vez a la semana! Les traemos los mariscos hasta la casa”.
La porteña asegura que lo más difícil del proceso ha sido el financiamiento económico. Al comerciar productos frescos, requiere equipos que los conserven.
Del mismo modo, la diversificación y apertura de mercados ha complicado un mejor posicionamiento de Medrano y otros trabajadores costeros.
La mayoría son mujeres.
Sin embargo, afirma, que lo más satisfactorio ha sido incursionar no solo en la Perla del Pacífico sino en la capital.
“Le digo algo: como pymes nos hemos sudado la chaqueta. Es lindo llegar a tocar un portón y decirle a la gente: ‘Aquí está lo que nos pidió’ y que nos digan: ¡gracias, qué rico! Estamos orgullosos de que son nuestros propios productos artesanales, que no somos intermediarios y que la gente sale contenta con lo que hacemos en este emprendimiento”, sentenció.
Y finalizó: “Esperamos, abrir más mercados y tener una planta procesadora”.