Al igual que todos los años, el inicio de agosto llena las redes sociales, los programas de radio y la prensa de actividades relacionadas a la celebración de la semana mundial de la lactancia materna. Este año el lema es “Proteger la lactancia materna: un compromiso de todas y todos”, nos refuerza y recuerda, que la responsabilidad de amamantar no es única de la madre.
La lactancia materna es una responsabilidad compartida entre gobiernos, instituciones, profesionales de salud y sociedad en general que deben tener un objetivo único, crear entornos amigables, seguros y enfocados para apoyar la práctica de la lactancia. En pocas palabras, la madre y la comunidad “dan de mamar” a ese individuo, que la sociedad espera que sea sano, inteligente y que desarrolle todo su potencial de la mejor manera y al menor costo posible.
Aunque la “teta” es de la madre, un entorno desfavorable, personal de salud poco capacitado, separaciones innecesarias durante el post parto, consejería basada en la ocurrencia y no en la evidencia, mercadeo poco ético de sucedáneos de leche materna, entornos laborales limitantes y una legislación débil son devastadores para el binomio madre-bebé y afectan directa o indirectamente el inicio, la continuación y el éxito en general de la lactancia materna.
Para muestra un botón. En Costa Rica, solo el 27,5% de los niños reciben lactancia materna exclusiva los primeros 6 meses de vida (Encuesta de Mujeres, Niñez y Adolescencia 2018 (EMNA), números que no han mejorado en los últimos años y que requieren de intervenciones importantes a todo nivel para conseguir un 50% de lactancia materna exclusiva como lo establece el objetivo global de nutrición para el año 2025 (En 2012, la Asamblea Mundial de la Salud –WHA- aprobó el objetivo global de nutrición de aumentar la tasa de lactancia materna exclusiva en los primeros 6 meses de edad al menos al 50% para el año 2025).
Costa Rica cuenta con una legislación fuerte en el tema. Se cuenta con programas institucionales y políticas que buscan generar entornos comprometidos con la lactancia como son las clínicas de lactancia a nivel público, los comités de lactancia materna en los servicios de neonatología, los bancos de leche humana, el decreto de salas de lactancia, el código de trabajo que protege a la madre en periodo de lactancia entre muchos más y gracias a esto, muchos bebés reciben los beneficios de la leche materna pero los números siguen siendo bajos.
Hay mucho por hacer para que la madre y la familia reciban la información más actualizada y cuenten con un apoyo consistente principalmente de parte de todos los profesionales en la salud desde la gestación hasta el destete, sin conflictos de interés. Se requiere de un esfuerzo titánico a nivel país, para lograr que los profesionales en salud (principalmente los médicos) se capaciten en el tema, pues son los médicos y sus recomendaciones quienes impactan de forma importante la práctica.
Es hora de que todos y todas informemos, anclemos, involucremos y movilicemos acciones para proteger y apoyar la lactancia materna. Esto ayudará a garantizar la supervivencia, la salud y el bienestar de la niñez y sus familias que es clave para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible, sin dejar a nadie atrás. (Los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también conocidos como Objetivos Mundiales, se adoptaron por todos los Estados Miembros en 2015 como un llamado universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad para 2030).
Para lograrlo
1. Implementar políticas sobre lo que sabemos que funciona para proteger y apoyar la lactancia materna.
2. El gobierno debe promulgar, monitorear y hacer cumplir la legislación nacional en consonancia con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
3. Protección a las madres en el sector formal e informar para proteger el derecho a la lactancia durante las jornadas de trabajo.
4. Implementar los métodos de denuncia para frenar las campañas de marketing engañosas de las compañías de alimentos infantiles que incluyen la capacitación del personal de salud en eventos masivos.
5. Capacitar a los profesionales de salud que tienen contacto con la madre y el bebé, para crear una cadena de apoyo libre de conflictos de interés.
6. Educar a la población y a la familia y empoderar a todos los costarricenses de que no hay nada mejor para un tico que la leche de su madre.
Recomendaciones para la
mujer que está amamantando
• Consumir alimentos saludables y ricos en vitaminas y minerales, tales como frutas y verduras de todos los tipos.
• Procurar consumir alimentos ricos en proteínas y bajos en grasas saturadas.
• Aprovechar al máximo la variedad de leguminosas disponibles que son ricas en fibra y proteínas. Evitar las frituras y los azúcares refinados, por el contrario, preferir alimentos naturales y ricos en fibra tales como un buen pan integral y no panadería refinada y súper procesada.
• Utilizar grasas de buena calidad presentes en el aguacate, las nueces o semillas en general, el pejibaye, las aceitunas y el aceite de olivo.
• Evitar como rutina los batidos hipercalóricos de avena, maní y otras preparaciones que son consideradas galactogogos (sustancia que estimula la producción de leche).
*Colegio de Profesionales en Nutrición