Esta columna debería titularse “Nuestra Fuerza Pública”, porque es una institución pública esencial y es de todos los costarricenses, sin excepción.
Como país, se puede existir sin Ejercito y Costa Rica lo ha demostrado al mundo desde 1948. Pero no se puede vivir en libertad y democracia sin una Fuerza Pública cuyos policías no estén bien pagados con un salario justo y no dispongan de instalaciones físicas decentes y adecuadas para ejercer sus labores, dormir y recibir sus alimentos durante sus turnos de servicio; patrullas y motos en buen estado, capacidad tecnológica y comunicaciones de última generación; chalecos antibalas, uniformes, botas y gorras que los distingan y singularicen; armas de reglamento y municiones; así como estricta disciplina y jerarquías, estudios y capacitación permanente en la Escuela Nacional de Policía; para defender la soberanía nacional y proteger la vida y los bienes de los ciudadanos honorables que somos la gran mayoría y garantizar la convivencia social nacional en paz y seguridad, así como combatir de frente y con valentía la delincuencia común y a las poderosas mafias del narcotráfico. De ahí la importancia trascendental de la Fuerza Pública. De ahí, también, que el censurable abandono presupuestario del Ministerio de Seguridad Pública es uno de los errores POLÍTICOS más grandes que han cometido y siguen cometiendo todos los gobiernos, sin excepción y desde hace décadas.
Por eso y porque esa institución merece el decidido apoyo de todo el país, felicito a nuestra Fuerza Pública por haber reaccionado con dignidad, respeto, valentía y miles de razones a su favor, para decirle directamente al Presidente de la República y a toda la ciudadanía, a la que sirven con abnegación todos los días y noches, la verdad de la crítica situación en que se encuentran nuestros Cuerpos de Policía y el grave peligro que, como consecuencia de esa realidad, se cierne sobre Costa Rica, amenazada en su paz interna y en su soberanía.
La protesta pacífica policial es un hecho sin precedentes históricos y uno de los más importantes que han sucedido en este primer año de gobierno del presidente Rodrigo Chaves. Ahora todos los costarricenses sabemos que esto NO puede seguir así y que se impone un CAMBIO de fondo en el tema presupuestario del Ministerio de Seguridad Pública, para resolver esta inaceptable situación y que se necesita un CAMBIO de fondo en la visión conceptual y operativa de la lucha contra la inseguridad nacional y ciudadana.
Estamos frente a una crisis de inseguridad que exige contundentes acciones preventivas y represivas desde la Fuerza Pública y el OIJ, pero igualmente soluciones públicas coordinadas y paralelas, integrales, en el frente judicial, la lucha contra la pobreza, educación y en las políticas sociales. O terminaremos al nivel de los otros países fallidos centroamericanos.
¡La palabra la tiene, ahora, el presidente Chaves como comandante en jefe de la Fuerza Pública!
…Y USTED QUÉ OPINA???