La elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos puede ser considerada como un desafío para mejorar nuestra política pública en materia de atracción de inversiones.
Lejos de la incertidumbre, Costa Rica debería considerar su regreso como una oportunidad estrechando lazos políticos y comerciales. No podemos desligarnos de la economía del norte por la importancia que representa para la generación de empleo y el aporte a la producción.
Estados Unidos son el principal socio de nuestro país: las exportaciones ticas al gigante norteamericano superaron los $6.800 millones e incluso se incrementaron un 11,6% respecto a 2023. Del mismo modo, ambas naciones comparten agendas bilaterales en temas ambientales, de derechos humanos, buena gobernanza y, principalmente, lucha contra el crimen organizado.
Durante los últimos años, han estrechado vínculos para frenar el trasiego internacional de drogas e incluso es conocido el patrullaje y colaboración de las autoridades estadounidenses en nuestros mares para incautar narcóticos.
Algunos sectores temen que las políticas comerciales proteccionistas de Trump limiten las exportaciones hacia el mercado estadounidense, pero Costa Rica podría tomar ventaja en otros ámbitos como el nearshoring, el cual consiste en la reubicación de empresas estadounidenses a países geográficamente más cercanos.
Costa Rica, con su estabilidad política, altos estándares educativos y un marco regulatorio amigable para las empresas extranjeras, podría verse beneficiada por esta tendencia.
Incluso, semanas atrás, las autoridades diplomáticas de los Estados Unidos calificaron a nuestro país como un “Silicon Valley”. Otro sector que podría verse beneficiado es la industria de tecnología y servicios.
Es comprensible que la elección de Donald Trump como presidente genere cierto grado de ansiedad en Costa Rica, sin embargo, sus promesas de campaña deben traducirse en políticas que podrían suavizarse una vez que esté en el poder. Por ello, en Costa Rica debemos mantener la calma y estar atentos a los próximos pasos de la administración de Trump. ¡No todo es negativo! Algunos de los cambios propuestos podrían abrir oportunidades interesantes y las autoridades y empresarios costarricenses deberían enfocarse en explorar oportunidades de inversión y colaboración, especialmente en sectores como el tecnológico, manufactura avanzada y servicios compartidos, que tienen el potencial de crecer y generar empleos de calidad en el país. En este sentido, la Administración Trump representa un desafío, pero también una oportunidad para que el país se reinvente y busque nuevas vías de crecimiento.