Los últimos informes del Estado de la Educación han dado resultados complicados, difíciles, pero no insuperables. Sabemos que uno de los principales puntos a reparar es la formación continua de nuestros educadores en los diferentes contenidos del proceso educativo.
Conocemos del mal estado en que se encuentran muchos centros educativos. Son problemas serios, pero no imposibles de resolver. Les podemos dar solución con el aporte de los ciudadanos, los padres de familia, empresarios y el Ministerio de Educación. Esta institución ministerial cuenta con el mayor número de funcionarios, pues debe atender a 4.500 centros educativos en todo el país. Tiene 27 asesorías regionales que se ocupan de la administración y dirección de la educación regional, en diferentes zonas del país.
Considero que los padres de familia, como primeros interesados, son también los primeros llamados a apoyar la enseñanza de sus hijos. Estamos en una emergencia educativa nacional y para ello necesitamos de una visión positiva, de esperanza y de acción, de todos los que estamos involucrados de alguna manera en el proceso educativo y en el bienestar de nuestros niños y jóvenes.
Cuando pasemos frente al centro educativo donde estudiamos o donde algún familiar nuestro estudie, preguntémonos qué necesita este centro educativo. Sí, esta pregunta puede ayudar a reparar una parte de una escuela, complementar algún material educativo, para así facilitar las lecciones, o simplemente interesarse en el proceso educativo de cada centro, con esto ya se habría dado un buen paso. Me enoja saber que mucho centro educativo podría tener el aporte de vecinos, empresas y padres de familia, pero el desinterés es lo que existe y eso no debe ser.
En el proceso educativo, necesitamos construir, no destruir. Debemos aportar, no olvidar, y lo más importante, mantener el diálogo entre el educador, padres de familia, es clave y fundamental. Esto implica ya, de hecho, un motor del cambio, pues muestra el interés de padres de familia en la educación de sus hijos. Hoy lo evidente es que nuestros centros educativos necesitan apoyo para realizar sus diferentes actividades. Lógicamente todos los apoyos educativos necesitan orden y constancia, para que tengan efecto.
En ese reconstruir nuestra educación, se necesita el aporte de todos, y no solo la crítica negativa, pues toda educación debe estar llena de esperanza. Entre todos, y somos miles, cada uno con su trabajo y su aporte, de gota en gota, se pueden hacer grandes y profundos cambios para bien del país.
A mí me cansan los enfrentamientos y los choques; en materia educativa necesitamos un silencio creador para que en los 27 centros de asesoría educativa podamos reunir al sector privado, a los vecinos, a los exalumnos, a los docentes y las autoridades educativas, para que entre todos podamos superar esta tragedia educativa.
Debemos tener mucha esperanza, pues con el esfuerzo de todos saldremos adelante.
*Diplomático