La urgencia económica
El desempleo y la pobreza son caldo de cultivo de la criminalidad. Pero vayamos más allá de esa perogrullada. Establezcamos culpables y medidas urgentes. Con Laura Chinchilla empezó la crisis del desempleo. Los dos gobiernos PAC se desinteresaron del tema, de hecho, más bien destruyeron empleos al perjudicar a las pymes y a otras empresas. El estúpido estatismo del PAC y la gran ineptitud del PLN para renovar toda una serie de temas país (coordinación entre regiones y de sectores locales con el exportador, mejoras educativas para hermanar los logros formativos con el mercado laboral, etc) dispararon el desempleo. Debe dinamizarse la economía. Lamentablemente muchos no lo entienden.
Vemos a un sector académico que, de manera irresponsable, y bajo un profundo sesgo ideológico socialista, clama por el anacronismo de volver al modelo de Estado de 1950-1983 (la misma sandez venenosa del PAC). El adefesio planteado implica más impuestos contra el sector productivo y crear más burocracia (por supuesto sin rendición de cuentas nunca, porque la eficiencia de las políticas ni les interesa). ¡No digamos estupideces! El gran creador de empleo es la empresa privada, la solución pasa por ella, nada ganamos con “educar por educar” (en el mejor de los casos) si no se incorpora a los sujetos al aparato productivo.
Entonces urge el incentivo al sector privado. Esto también parece un lugar común, no obstante, podemos darle contenido. Se necesita una agresiva estrategia de promoción empresarial, que incluya a todos los sectores: PYMES, sector exportador nacional, zona franca, mercado interno, etc. Nada se gana si se le sigue apostando tan solo a llenar de compañías tecnológicas y call centers los escasos kilómetros que separan a Cartago, San José y Heredia. En especial debe apoyarse a la micro y pequeña empresa, tabla de sobrevivencia de los deciles más pobres y con menores niveles educativos (un hecho aun no comprendido por más de un académico).
Debería hacerse algo innovador, como por ejemplo implementar políticas tipo Banco Grameen (el de Mohammad Yunus) a escala considerable, pero con estrategia y agudeza para lograr efectividad y eficiencia (pongamos a las instituciones y bancos públicos a demostrar su valor). Esto supera el asistencialismo inservible del IMAS, que tiene estancados los niveles de pobreza desde hace décadas (debería limitarse a ayudar adultos mayores y a personas con discapacidad grave, nada más, el resto es fomentar la vagabundería y la dependencia).
Errada estrategia punitiva y migratoria
Existen varios tipos de delincuente. Al sociópata y al curtido líder criminal se les debe encerrar incluso de por vida. Sin embargo, recordemos que son minoría en las sociedades. Urge por tanto romper la cadena de reincidencia en el caso del grueso de los maleantes. Debe intentarse medidas distintas, pues lo hecho hasta ahora no ha resultado (como liberar “golondrinas” (sic) que en realidad eran “aves asesinas”).
Natalia Díaz propuso poner a los privados de libertad a producir los bienes que consumen. Gran acierto, ello aliviaría las finanzas del Ministerio de Justicia y generaría todo tipo de beneficios en la población carcelaria, sin caer en políticas salvajes a lo Bukele de una letrina por cada 100 personas. Por supuesto, no tardaron en reaccionar malamente los “expertos” de cristal (abusadores del concepto de los derechos humanos), los de la prensa canalla (quienes usan a conveniencia la etiqueta de “populista”, vaciándola primero de contenido), y la colección de dementes y cancel culture que pululan en redes sociales (para desgracia de nuestra era).
Y sobre política migratoria, lamentablemente el mal ya está hecho. Administraciones anteriores tuvieron la criminal torpeza de permitir las fronteras abiertas bajo un errado concepto de “ser humanitario”. Mafiosos profesionales arribaron a este país desde el 2000. No venían de Nicaragua (cuyo ejército históricamente ha sido bueno frenando al crimen organizado y cuyo pueblo no tiene tradición narco), ni de Venezuela, ni de Perú, ni de Jamaica, ni de Haití, muchísimo menos de China. Estas mafias expertas formaron a las bandas de Costa Rica; delitos como el sicariato, la tortura y la extorsión eran muy inusuales hace escasos 22 años, hoy son desgracia cotidiana.
Podemos ver entonces grandes carencias en familias, escuelas y colegios, ya por el trato inhumano y violento, ya por una alcahuetería brutal; ambas dinámicas generan criminales. Por otra parte la economía no está siendo capaz de absorber la mano de obra, tras años de inoperancia e idiotez de los gobiernos anteriores, la única salida es un agresivo relanzamiento de la empresa privada en todos sus frentes y variedades. Y por último, debe frenarse la reincidencia mediante la práctica del trabajo, y cesar las políticas migratorias tan laxas, responsables de permitir el ingreso de avezados malhechores y de colectividades tendientes al crimen. Por desgracia todo esto resulta muy difícil, y veo en el porvenir solo un agravamiento agudo de la criminalidad y la violencia.