La Contaduría Pública es una profesión regulada que combina principios técnicos con altos estándares éticos. Sin embargo, la práctica de cobrar honorarios por debajo de las tarifas mínimas establecidas representa una amenaza para la integridad de la profesión, violando tanto la normativa legal como el Código de Ética Profesional del Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica.
Este comportamiento, además de ser sancionable, tiene implicaciones profundas para la calidad del servicio y la dignidad profesional.
En Costa Rica, la Ley de Creación del Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica Nº 1038, establece la obligatoriedad de las tarifas mínimas, cuya inobservancia está sujeta a sanciones disciplinarias según el artículo 24, inciso f) de dicha ley. Este marco normativo asegura que los honorarios profesionales reflejen no solo los costos asociados a un servicio de calidad, sino también la responsabilidad y el valor inherente a la labor del Contador Público Autorizado.
El Código de Ética Profesional del Colegio de Contadores Públicos de Costa Rica, en su artículo 67, inciso b), establece que el incumplimiento de la normativa vigente en relación con los honorarios profesionales, constituye una falta grave. De acuerdo con el artículo 68, inciso b), del Código, las faltas graves se sancionarán con una suspensión en el ejercicio de la profesión por un plazo de dos meses hasta un año, según lo determine la Junta Directiva. Este principio no solo busca proteger los intereses del gremio, sino también garantizar que los clientes reciban servicios de calidad, ejecutados bajo condiciones que respeten el decoro profesional.
Es fundamental que los Contadores Públicos Autorizados cumplan con las tarifas mínimas establecidas, no solo por imperativo legal, sino como un compromiso con la ética y la excelencia profesional. Las autoridades gremiales deben continuar vigilantes frente a las prácticas que atenten contra la dignidad y el correcto ejercicio de la profesión. Solo a través del cumplimiento del marco legal y los principios éticos es posible el fortalecimiento de la confianza del público y así conseguir el desarrollo sostenible de la profesión.