La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) debe tener cuidado de no repetir malas experiencias y en administraciones pasadas las decisiones en infraestructura estuvieron acompañadas por la polémica.
Podemos mencionar el caso del Hospital de Alajuela e imperfecciones en la nueva etapa del Calderón Guardia. Es por eso que consideramos la decisión debe ser reposada y poner todos los elementos en la balanza.
Ya con la recomendación de adjudicación, el proceso prácticamente recaerá sobre los directivos de la Caja, quienes deberán tomar una decisión con respecto a la obra del nuevo hospital en Cartago.
Muchos de los elementos cuestionados, y que hoy están sobre la palestra, ya habían sido señalados en 2011, al momento en que se adquirió el terreno.
Hoy la Gerencia de Infraestructura de la institución nos dice que no ve razones para no desarrollar el proyecto en El Guarco de Cartago, pero todavía queda tela que cortar.
Nos preguntamos si en 12 años habrán cambiado estas condiciones. Hay un informe de la Dirección de Ingeniería de la Municipalidad que recomendaba no hacerlo en este lugar.
Además, en su momento, el Ministerio de Salud señaló que el construirlo justo en las inmediaciones de empresas de pesticidas iba contrario a una norma universal.
Entonces no estamos hablando solo del tema de si el terreno se inunda cuando llueve, que es otra de las aristas que parecen ir en otra de levantar aquí el centro médico y la cercanía con dos ríos.
Sería un error interpretar que estamos a favor o en contra de edificar el proyecto en el terreno elegido. Solo estamos exponiendo que hay factores que deben analizarse con detenimiento antes de tomar una decisión.
Repetimos, la discusión no es nueva. Ya años atrás todo esto se valoró y se analizó. La pregunta es: ¿por qué las autoridades tardaron tanto tiempo en hacer el hospital?
Urge tomar una decisión que vaya en línea con las necesidades que requiere el pueblo cartaginés, porque algo de lo que no hay ni la menor duda es que se necesita un nuevo hospital.
Está claro que no usar este terreno implicaría revertir todo el proceso y empezar de cero con el atraso y problema que esto significaría para los asegurados.
Habría que empezar por preguntarnos qué llevó a la Caja a elegir este terreno inicialmente y por qué se mantuvo durante todo este tiempo sin un uso.
No puede ser que haya tantos criterios contradictorios en relación con este inmueble. Si el terreno sirve, debería haber una coincidencia en materia técnica.
Solo esperamos que la salud de los cartagineses no quede en medio de este vaivén político y de intereses particulares.