El sector agrícola está conformando un frente común porque considera que la Alianza Pacífico es una verdadera amenaza para la producción nacional y la seguridad alimentaria.
Asegura que la lucha que está por darse no será ni parecida a lo que se ha visto con los tratados de libre comercio (TLC). Los productores sienten abandonados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, y esperan ser escuchados de manera directa por el presidente Rodrigo Chaves.
Iary Gómez, gerente general del Grupo Extra, y Sandra Cordero, directora de DIARIO EXTRA, conversaron con un grupo de productores de diferentes zonas y organizaciones.
Se trata de Jaime Corrales, Alexander Sierra, Ricardo Miranda, William Cerdas, Kevin Gómez, José Oviedo, Marlene Madrigal, Miguel David Castro, Nelson Ramírez, Maida Cerdas, Edwin Vargas, William Carrión y Óscar Campos.
¿Por qué les preocupa tanto el tema de la Alianza Pacífico?
-Básicamente estamos bastante preocupados por el tema de Alianza del Pacífico porque en primer lugar ya tenemos tratados de libre comercio con los cuatro países miembros de la Alianza y en estos tratados se han establecido las debidas exclusiones de los sectores productivos sensibles de nuestro país.
¿Cuáles cultivos están en riesgo?
-Están en riesgo la papa, la cebolla, la pesca, el sector avícola, los bovinos y todo. El sector agrícola es sumamente sensible ante estos tratados de libre comercio por un tema de economías de escala. Por ejemplo, en Costa Rica manejamos entre papa y cebolla alrededor de 5.000 hectáreas.
¿Por qué han dicho que no es igual a un TLC?
-El problema es que con el tema de Alianza del Pacífico esto va más allá de un tratado de libre comercio convencional, es una adhesión a un sistema de integración económica un poco más profundo. Entonces se eliminan las exclusiones porque la idea de la alianza o la integración es tener un arancel cero, un libre intercambio de dinero y de movilidad de personas. Quiere decir que cualquier habitante de Perú, Colombia, México, Chile y Costa Rica con el pasaporte de sus respectivos países puede ingresar a todos los demás países sin ninguna restricción migratoria.
¿Qué implica quitar las exclusiones?
-La eliminación de las exclusiones nos lleva a una desventaja total porque estos países tienen sus políticas agropecuarias muy definidas con el tema de subsidios y con el tema de política en apoyo al nacional. Ellos tienen seguros de cosecha subvencionados hasta un 80% y en Costa Rica no tenemos seguro de cosecha para asegurar en caso de algún factor climático que ocasione una pérdida.
¿Cuáles otros factores?
-Otra pérdida es en los agroinsumos. Tenemos 20 años de que no registramos ni un solo producto químico. El producto que se registró de último tiene como 40 años en el mercado, no es nada nuevo, entonces la agenda política agropecuaria de este país está trazada a 20 y 30 años.
¿Se tiene un estimado de cuántos empleos están en riesgo?
-Somos casi 500.000 empleos que estamos en este sector y, según el último informe económico, el 92% es mano de obra no calificada. Eso quiere decir que no es tan fácil mover a esa mano de obra a cualquier otra actividad económica, no es tan fácil una reconversión económica.
¿Creen que no pueden competir?
-Los países de la Alianza tienen economías de escala sumamente gigantes en Costa Rica. Estamos hablando de que en Costa Rica tenemos una siembra de papá y cebolla de 5.000 hectáreas, mientras que solo Perú tiene más de 414.000 hectáreas de papa, entonces el costo de producción de estos países es sumamente ridículo en comparación con nosotros.
¿Cómo andan los costos de producción?
-Además tenemos el salario mínimo más alto de la región y esto se basa en todo el tema del Estado de derecho, y ese salario mínimo está ligado al tema de las cargas sociales. Mientras aquí en Costa Rica un peón agrícola no calificado puede ganarse ¢65.000 a la semana, en Colombia puede ganar perfectamente ¢33.000 y en México un poquito menos, entonces ya con solo eso vamos perdiendo.
¿No se puede negociar ninguna exclusión?
-La Alianza Pacífico no tiene ninguna exclusión. Eso significa que si tenemos excluida la papa con Perú, ahora tendríamos que negociar un plazo de desgravación, entonces en cinco, 10 o 15 años vamos a llegar a un cero arancel. No existe cantidad de años que nos puedan compensar cuando tenemos más de 17 años de políticas agropecuarias atrasadas.
¿Cómo está el comercio con estos países?
-Si hablamos de exportaciones, la balanza comercial con esos países siempre ha sido negativa; es decir, importamos más de lo que exportamos y, como le decía, ahora el tema de economías de escala. Estamos abriendo las puertas a que los sectores fuertes de ellos vengan y aquí estamos embargando nuestra seguridad alimentaria en manos de estos países.
¿Por qué hablan de un riesgo para la seguridad alimentaria?
-Tampoco es buen negocio entrar a la Alianza por la seguridad alimentaria. Estamos en un mundo donde tenemos una guerra con Ucrania, estamos en un contexto en Latinoamérica donde los gobiernos se están tirando hacia la izquierda y hay múltiples problemas sociales en toda la región. Eso nos manda señales claras de la importancia de producir todos nuestros alimentos aquí. Vea lo que pasa con Ucrania al otro lado del mundo, un país granelero y cómo todo nos afecta a la hora de la producción de aves, de la producción de cerdos y del costo de materias primas. Somos un país meramente importador en la actualidad.
¿Existe algún apoyo del gobierno?
-Desde el punto de vista de las organizaciones lo que nos ha parecido muy delicado es el poco interés que ha tenido la estructura estatal. Al día de hoy no hay una dependencia como el Ministerio de Agricultura (MAG) o el Consejo Nacional de Producción (CNP) que haya buscado la forma de escuchar cuáles son nuestras posiciones. Tras de eso es una situación tan complicada para el sector hoy porque no solamente es un tema que tiene que ver con los convenios o la Alianza del Pacífico, sino que es un tema donde hemos tenido que convivir con la situación climática.
¿Se sienten abandonados como sector?
-El sector agropecuario en este momento está en una emergencia. Uno conversa con cualquier sector, con cualquier productor y todos estamos sufriendo lo mismo en este momento. Hemos tenido afectaciones fuera de serie, o sea, no tenemos una guía, que eso es lo que más nos llama la atención.
El hecho no es ver el romanticismo del productor, es ver que esos alimentos también son para alimentar a nuestra población, pero el gobierno no lo está viendo de esa manera.
¿Qué esperan para 2023?
-Al paso tan acelerado que vamos lo que se espera para 2023 es una línea de crecimiento y pobreza muy alta porque el mismo sector no es estimulado. La estimulación nace de las mismas organizaciones, somos nosotros los que hemos tenido que estar asumiendo roles, hemos tenido que aprender a solucionar los problemas económicos de los productores.
¿Cómo están organizándose?
-Queremos aprovechar esta entrevista para hacer un llamado a las demás organizaciones que todavía están ahí un poco solitas para que sepan que ya es el momento de unirnos porque aquí hay una coincidencia interesante. Ya no hay tiempo, no hay romanticismo, ya esperamos a que el señor presidente (Rodrigo Chaves) se afianzara en su silla, pero no estamos viendo respuestas, no hay interés. Si él y su equipo no entienden nuestro llamado de auxilio, no nos queda más que armarnos porque las secuelas que vamos a tener en el 2023 pueden ser impactantes.
¿Cómo se llegó a esta situación?
-Aparte del encarecimiento en el precio de los insumos, tenemos otras desventajas, que son históricas, y son ese desmembramiento del aparato estatal que había acuerpado al sector agrícola. Podemos hablar del financiamiento blanco porque hoy cuesta mucho producir y no hay seguros. Contratar a alguien para que un micro o pequeño productor pida un crédito sale caro porque ellos, como decimos allá en Guanacaste, van a coyol quebrado, coyol comido.
¿Cómo les ha ido con el tema del clima?
-Vamos a manifestarnos de la forma más vehemente que nos permitan contra la Alianza del Pacífico y eso es algo en lo que soy muy insistente. Los compañeros que están aquí no me dejan mentir. Los productores de Cartago tienen pérdidas todo este invierno, el cambio climático va avanzando, se han reducido la parte agrícola y los hatos ganaderos. Llegaremos a quedarnos sin alimentos, como le está pasando a China.
¿Cómo se puede ejemplificar?
-Hoy hay grandes cadenas de hoteles en Guanacaste que compran al productor nacional. ¿Qué va a pasar cuando les digan que van a tener que comprar producto importado? Con la Alianza Pacífico no podemos negociar absolutamente nada.
¿La pesca también es parte del TLC con Ecuador?
-Ahorita estamos negociando un TLC con Ecuador y es de cuidado en el tema de pesca. Estamos negociando todas las partidas sensibles. Para qué si luego todo ese porcentaje va a entrar sin arancel en el tema de la Alianza Pacífico.
¿Consideran que todo será importado?
-Todavía hay una oferta nacional. Mientras el sector termina de quebrarse, todo va a ser importado y no vamos a tener ningún control. Eso hay que dejarlo muy claro a los consumidores por el asunto del precio. Vea el tema del frijol y cómo se comenzó a desmantelar en los últimos 30 años, observe qué ha pasado con el precio, va para arriba.
Siempre que hay un TLC se habla de los riesgos para el sector, pero siguen subsistiendo. ¿Cómo entender esto?
-Aquí ya no comemos cuentos con los tratados por lo que han significado y eso es pobreza. En el caso de nosotros hay una desigualdad tremenda, un índice de pobreza tremendo y una presión en el desempleo tremendo. Ahí están los índices que no mienten. Con el Cafta (TLC) con los Estados Unidos dijeron que nos iban a ayudar y vea.
¿Los productores de todos los sectores están endeudados?
-Tenemos más de 30.000 familias productoras en estos momentos con deudas. Yo soy un campesino que produzco casi de todo. Aquí estamos haciendo todo al revés, yo estoy con los arroceros.
¿Qué pasa con la pesca?
-Lo mismo. No vamos a poder competir con lo que venga de afuera, duramos un año y medio para meter un arancel al pangasius y tuvimos que ir casi todos los días al Ministerio de Comercio Exterior, le metieron un 45% y aun así no podemos competir. La Alianza va a traer un mayor empobrecimiento a la clase pesquera. Es lo mismo que les va a pasar a todos, no se puede competir. El problema es que ellos tienen una clase política que los subsidia, los costos van para arriba y no podemos producir.
¿Han podido hablar con el presidente?
-El señor presidente cree que nos va a engañar hoy, cuando dice que va a hablar con los paperos y los cebolleros porque hay que darles crédito. Vea lo que pasó con la Ruta del Arroz, está llevando a los productores a la ruina. Dijeron que el arroz lo iba a recibir el CNP, pero vea los problemas que se han dado para el recibo y el pago.
¿Entonces no reciben ningún apoyo del gobierno?
-Aquí el mensaje principal es que el Estado está fallando. Las autoridades no pueden decir que desconocen la situación. La gente que rodea al presidente no tiene capacidad de diálogo, por eso pensamos en salir a las calles para darles voz a los productores y ahí sí nos van a escuchar. En la Asamblea Legislativa hay un bunker, los diputados están completamente aislados.
¿Cuáles acciones van a tomar?
-Las ramas del gremio de los agricultores estamos formando ese frente común porque definitivamente se tiene que tomar una acción para decirle al gobierno que no nos está amparando, mucho menos con este tema de la Alianza.