De marchar todo como está previsto, la firma holandesa APM Terminals, que se adjudicó la concesión para el diseño, financiamiento, construcción, manejo y operación de la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM), espera que a más tardar en junio la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) dé la viabilidad ambiental para iniciar la edificación del megaproyecto, cuya inversión asciende a $1.000 millones.
De marchar todo como está previsto, la firma holandesa APM Terminals, que se adjudicó la concesión para el diseño, financiamiento, construcción, manejo y operación de la nueva Terminal de Contenedores de Moín (TCM), espera que a más tardar en junio la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) dé la viabilidad ambiental para iniciar la edificación del megaproyecto, cuya inversión asciende a $1.000 millones.
Rogelio Douglas, gerente general del proyecto, aseguró que los estudios y permisos han salido según lo establecido en el calendario de programación, por lo que se espera que en junio se cuente con la luz verde de la Setena.
“Hemos estado conversando, presentando, explicando y aclarando los detalles a Setena y así Setena los ha estado aprobando. La verdad es que ahora lo que nos queda son tres estudios y un diseño final, y estamos en progreso en los cuatro ítems. En los siguientes 60 días, a finales de junio, deberíamos cumplir todo y recibir la aprobación del estudio ambiental de Setena”, recalcó Douglas.
Además se espera que en julio el Consejo Nacional de Concesiones (CNC) del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) entregue la carta de inicio de la construcción a APM Terminals y una vez iniciadas las obras, la empresa contará con 36 meses para la construcción, equipamiento y operación de la TCM, lo cual sería en 2016.
YA TIENEN $560 MILLONES
La concesión es por 33 años y se desarrollará en tres etapas. La primera, que arrancaría en setiembre, tendría un costo de $560 millones, que constituye la construcción de 600 metros de muelle, y la compra de las primeras 6 grúas pórticas modernas, cada una de las cuales tendrá un costo de $10 millones. Además se hará un rompeolas de 1,2 kilómetros y un dragado de 16 metros de profundidad.
“Sabemos que se puede hacer en 36 meses. A nivel de ingeniería y operativo sabemos qué hacer porque ya lo hemos hecho en otros países. (…) lo cierto del caso es que lo nuestro ha sido muy diferente, en que el concesionario tiene la experiencia de más de 50 años y tiene los fondos para arrancar este proyecto. De verdad con esta concesión el Gobierno de Costa Rica se ganó el gordo”, acotó Douglas.