No es difícil colegir que el candidato presidencial del Partido Liberación Nacional, Johnny Araya, podría tener amplias posibilidades de alcanzar la presidencia de la República en el 2014. Así lo confirma la última encuesta, donde en todos los escenarios es amplio favorito. Sin embargo, a pesar de que este también ha sido mi criterio, hoy quiero apartarme de él a pesar de la última encuesta. Según mi análisis, don Johnny no la va a tener tan fácil como algunos creen y sostengo que su aspiración presidencial podría verse seriamente comprometida.
¿Qué perjudica a don Johnny?
El muy mal gobierno de Liberación que encabeza doña Laura Chinchilla. Ese es el mecate que manea el trotar de su candidatura presidencial. El otro escollo que socava la aspiración del señor alcalde capitalino, son los ocho años del PLN en el poder, donde este gobierno se ha encargado de confirmar aquella famosa frase de que “el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente”. Los múltiples actos de corrupción de esta administración liberacionista, han provocado una enorme indignación nacional, que me permite afirmar que el triunfo de ese partido en el 2014 está muy lejos de estar seguro. Además, como en el juego de la política se hace cierta la frase, de que “en política los enemigos son de verdad y los amigos de mentiras”. El hoy candidato presidencial de Liberación Nacional debe tener muy claro, que a ningún aspirante presidencial de su partido para el 2018, le conviene que él se convierta en presidente de la República, porque ello castraría su futuro político. De ahí, que don Johnny tendrá que iniciar su lucha por la presidencia de la República, combatiendo primero a compañeros de su propio partido.
Los Arias quieren volver
Después de la renuncia a la precandidatura de don Rodrigo Arias, hubo una reunión de amigos muy cercanos, donde don Óscar se dejó decir palabras más palabras menos, que para el 2018 él tendría la misma edad que cuando Reagan fue presidente. Ante esta confesión, es fácil comprender el por qué los Arias metieron músculo y ganaron las distritales liberacionistas. Este triunfo, no solo limita el poder del candidato a la hora de elegir diputados, sino que su candidatura podría verse seriamente comprometida, por depender del trabajo que haga la estructura arista. Todo este trabajo de los Arias, para mantener el control de los mandos medios liberacionistas, remataría con una elección de candidatos a diputados, donde consolidarían su futuro con una fracción que responda a sus intereses. Así son los juegos políticos, así juegan los Arias.
Las encuestas y don Johnny
Hoy Johnny Araya es favorito indiscutible para ganar las próximas elecciones presidenciales del 2014, según las encuestas. Recuerdo que Bismarck decía que “las estadísticas es una de las formas más refinadas de la mentira política”. En otras palabras, no podemos confiar en estas. De ahí, que mal haría el señor alcalde en entusiasmarse con dichos resultados, en especial porque hasta ahora él ha sido un protagonista en solitario en esta carrera por la presidencia de la República y las encuestas eso es lo que reflejan. La experiencia nos indica que los resultados verdaderos se darán, después de que comiencen los tiros de verdad.
La Unidad Socialcristiana vive
Aunque algunas aves de mal agüero han venido insistiendo en que el partido calderonista es un cadáver político, la verdad es que este muerto goza de muy buena salud. La elección del Dr. Hernández como candidato presidencial, es sin duda la mejor alternativa ante este desastre de gobierno liberacionista. Estoy seguro de que el Dr. convocará a una unidad nacional si necesidad de una coalición de partidos, que le va a permitir a este país elegir a un hombre bueno, justo y honesto, tan necesario en estos momentos aciagos de nuestra Patria.
*Periodista