El poder subsistir y tener un trabajo en las zonas rurales a veces es un poco más complicado de lo que muchos se imaginan, en especial cuando la actividad productiva del lugar decae como sucedió en Jicaral con las meloneras.
Precisamente por eso, 12 pequeños apicultores se pusieron manos a la obra y empezaron con la producción de la miel de abeja; ningún comienzo es fácil, pero a ellos todo se les puso cuesta arriba pues el país importaba la miel de abeja de mala calidad y gente sin escrúpulos la comercializaba adulterada.
Esto hizo que el ganarse la confianza de alguna empresa nacional fuera más complicado de la cuenta, sin embargo por dicha La Corporación ManzaTé volteó su mirada hacia la Asociación de Apicultores de Jicaral (Asoapi) en el 2002.
Un año antes este empresa había adquirido la marca de miel de abeja “La Abejita”, no obstante dio varios tumbos antes de encontrar a su aliado perfecto para llevar hasta los hogares costarricenses una miel de calidad y buen sabor.
En la actualidad, Asopi cuenta con 25 productores asociados y 8 que no lo son, los cuales por año producen 400 estañones de miel de 300 kilos cada uno.
Pero ellos le sacan el jugo a su trabajo, por eso además de venderla a granel y en botella, también distribuyen insumos y materiales para el manejo apropiado de los apiarios y el control de plagas.
Y las mujeres de la casa procesan la miel para crear otros productos como jabones, cosméticos y cremas.
NUEVA PLANTA
En los últimos días recibieron una gran noticia al ver cómo las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) cortaban la cinta que daba por inaugurada la planta de procesamiento de la miel de abeja en la cual se hizo una inversión de aproximadamente ¢30 millones.
De hecho, una de las primeras en darse una vuelta por el lugar para que le explicaran todo el proceso fue la ministra del MAG, Gloria Abraham, y la viceministra, Tania López.
Durante el recorrido la encargada de esta cartera aprovechó para felicitar a los encargados de la Asociación por el gran trabajo que han venido realizando, el compromiso y la visión para llevar acabo este proyecto.
Abraham agregó: “Ustedes tomaron decisiones complicadas en los momentos más difíciles para transformarse de productores apícolas a empresarios; y eso no es fácil, pues requiere rigor y disciplina para lograrlo”.