Alguien tenía que pagar los platos rotos de Alajuelense después del clásico, aunque esto no repare el daño que les hizo el Monstruo. Los manudos se desquitaron ante Jicaral, que sigue hundido en el abismo del descenso, al vencerlo 3-0 en el Morera Soto en un duelo en que la afición rojinegra castigó a su equipo al jugar con las gradas con poco público.
Este tipo de encuentros sí se le dan a Albert Rudé y compañía. La escuadra eriza mostró una versión en la que cumplió en defensa, hizo transiciones cortas y fue efectivo de cara a marco… todo lo que le faltó ante Saprissa.
DESAHOGO
La Liga inició el encuentro con mucha explosividad, principalmente por el costado izquierdo donde Ian Lawrence fungió como motor, sin embargo, se trabaron en el último cuarto de cancha ante una zaga peninsular que tampoco ofreció mucho.
El asfixiante ritmo de los manudos perduró no más de 10 minutos. A partir de ese instante el partido perdió emoción y solo bastaba esperar un error que permitiera que el marcador se abriera.
A miles costos el León se aproximó poco a poco al arco jicaraleño. Johan Venegas, con un balón al vertical en el 31’, y Carlos Mora, con un centro con dirección a marco que se fue por encima del travesaño al 40’ levantaron suspiros, pero no movieron la pizarra.
La diferencia la hizo Jurguens Montenegro, quien hasta el tiempo de reposición no le salía nada en el cotejo. El atacante aprovechó una sociedad entre Aarón Suárez y Johan Venegas, este último le sirvió la pelota entre líneas y lo dejó frente a Johnny Álvarez; momento en que el ariete definió en medio de las piernas del arquero para poner el 1-0.
REGALO
En la segunda mitad Jicaral se mostró con mayor carácter ofensivo. El Huracán de la Península se acercó a territorio manudo, pero careció de ocasiones claras que modificaran lo indicado en el pizarrón.
Cuando mejor se sentía la visita, un regalo de Leonel Peralta para Johan Venegas desestabilizó al cuadro peninsular en el 60’. El lateral en un intento por ejecutar un pase hacia atrás le entregó la esférica al Cachetón y este no perdonó al poner la pecosa tras los cordeles.
La sociedad que generó la primera anotación del juego se volvió a combinar al minuto 75, pero en diferente orden. Aarón Suárez inició la acción en mitad del campo en una reñida disputa contra dos adversarios, al salir victorioso del entrevero filtró la pelota para Jurguens Montenegro, quien de primera intención le puso un pase de la muerte a Johan Venegas para que firmara su doblete y sentenciara las acciones.