Llegó al país la comitiva futbolera de la Copa del Mundo Catar 22 y no pasó nada. El fallido fogueo con la Selección de Irak, camino al archivo.
Mientras varios entrenadores mundialistas dimitieron o los volaron por el fracaso, en Costa Rica el nuestro sigue tan campante en su puesto como al parecer lo estuvo en el banquillo, donde no se dio cuenta que, contra Alemania, Costa Rica lograba por minutos boleto provisional a la segunda ronda.
Y es que, en la Federación Costarricense de Fútbol, me late la posible existencia de una “mano negra” que mueve la cuna y de paso arrastra a ciertos medios de prensa a picar el anzuelo con temas distractores al principal asunto a investigar: “Irakgame”, un pendiente a aclarar.
Bajándose del avión se soltó el tema del psicólogo deportivo o “coach de vida”, Luis Felipe Camacho, para posiblemente despistar a la prensa, propósito logrado por unos días en parrilla noticiosa.
Ahora, al no cuajar lo del entrenador de vida, salta la eventual contratación del portero Keylor Navas, que acapara titulares y borra de agenda el seguimiento al fogueo con Irak. Mientras tanto, en Alemania ni se mencionaba la llegada del tico e incluso ya se habría desmentido el rumor.
En el primer hecho, con respecto al “coach”, desde que fue contratado se sabía que no tenía la autorización del Colegio de Profesionales en Psicología de Costa Rica. Al entrenador de vida le responsabilizan del malogrado título de campeones del mundo.
Ahora, queda claro que la goleada contra España no fue accidental. En ese partido, pareciera que los jugadores le hicieron caso al entrenador de vida y no al técnico titular deportivo. Los chavales estaban atollados de tanta teoría motivadora y cero estrategia táctica, de ahí, como aseguró la prensa española, jugaron contra nadie. Y sobre el segundo caso, Navas, la dirigencia teutona de Múnich no lo tenía en la mirilla. Algo parecido sucedió en Nápoles.
Hoy Qatar 22 ya es historia deportiva, pero a nivel administrativo el mundial apenas comienza a jugarse en capítulos como: contrato “Irakgame”, conflicto de intereses en cuerpo técnico, Fedefutbol soy yo, premios del Mundial, telaraña ejecutiva, entre otros, en la que prime la investigación periodística y no la información oficial instrumental.
Vamos a ver qué pasa con el “Irakgame”, por ahora el tema sigue pendiente en el caldero mediático.