Hablar de préstamos millonarios para el sector pesquero, que irán a infraestructura y acciones de sostenibilidad, no tiene mucha validez en momentos en que el sector atraviesa una de sus peores crisis y no cuenta con acceso a capital de trabajo.
Así lo manifestó Mauricio González, director de la Cámara de Palangre, quien señaló que un problema adicional es cómo se invierte el dinero, pues mucho se va en consultorías y organizaciones no gubernamentales (ONG) paralelas al Instituto de Pesca y Acuicultura (Incopesca).
“Nosotros no vemos que al sector pesquero le llegue nada de ese dinero, nada que venga a mejorar la situación de las pesquerías. No viene a modernizar las artes o la tecnología. ¿Qué ganamos con tener una nueva terminal, si los pescadores no tenemos para los costos de operación?”, dijo.
Para González no es invertir por invertir, sino tener una estrategia para las distintas pesquerías. “Desde enero del año pasado el gobierno firmó un acuerdo para tener reuniones con el sector, se iban a hacer talleres y eso nunca ocurrió”, destacó.
El gobierno presentó a la Asamblea Legislativa el expediente N° 22.366, que permitirá la aprobación del financiamiento por parte del Banco Mundial del “programa desarrollo sostenible de la pesca y acuicultura en Costa Rica\”.
Según manifestaron, permitirá optimizar el manejo de los recursos marinos para modernizar el modelo de pesca y acuicultura, generando desarrollo económico a las zonas costeras, protegiendo el medio ambiente y potenciando la enorme riqueza.
Consiste en una iniciativa que se trabaja desde el 2018, la cual se desarrollaría mediante un empréstito con el Banco Mundial, quien en marzo pasado aprobó un préstamo de $75,1 millones para respaldar la gestión sostenible del sector pesquero en Costa Rica.
El costo total del programa es de $82.100.500. Los $7.000.000 se cubrirán a través de una contrapartida nacional del Incopesca.
Los sectores a los que se apunta principalmente son el de pesca artesanal de pequeña escala, camaroneros, palangreros, exportadores, pesca turística comercial, acuicultores, Incopesca y el consumidor del país.
Uno de los componentes es la inversión en cadenas de valor para la pesca y acuicultura sostenible. Se invertirá en la construcción de terminales pesqueras en Puntarenas, Guanacaste (Cuajiniquil) y Limón (Cieneguita), así como en plantas procesadoras para agregación de valor, en Playas del Coco, Guápiles y Los Santos, según el planteamiento inicial.
Los grupos organizados de pescadores y acuicultores administrarán estas terminales y centros de acopio, además recibirán capacitación, acompañamiento y servicios de apoyo para implementar su operatividad.