Lima. (AFP) – La presidenta de Perú, Dina Boluarte, compareció ante los fiscales que la investigan por el presunto delito de abandono de cargo y omisión de actos funcionales, a raíz de una cirugía de nariz de la cual no informó a su gabinete ni al Congreso en el debido momento.
La diligencia se prolongó por cuatro horas a puerta cerrada en la sede central de la Fiscalía en Lima.
Es la primera vez que Boluarte, abogada de 62 años, acude a declarar por esta polémica desde que se abrió la indagación en diciembre. La amenaza de una eventual destitución está sobre la primera presidenta de Perú.
La Fiscalía le imputa delitos por no avisar al gabinete ministerial ni al Congreso que se sometería a una intervención quirúrgica a finales de junio de 2023. La ley peruana obliga a comunicar al Congreso cualquier acto médico que suponga riesgo de incapacidad temporal para ejercer la Presidencia, debiendo delegar el poder si fuese necesario.
La cirugía fue la comidilla de todos los días en redes sociales y la prensa local desde el año pasado. La nariz presidencial se viralizó y hubo memes alusivos.
La mandataria peruana confirmó la situación hasta el 13 de diciembre en un mensaje al país en el que decía que se sometió a la operación porque era obligatoria.
“No fue una intervención estética. Era necesaria e imprescindible para mi salud, la necesitaba por funcionalidad respiratoria”, indicó.