Si esto fuera fútbol habría que decir que es como jugar la final de la Champions, algo que ningún tico ha conseguido en la historia. Pero es ciclismo y aquí sí tenemos con quién rajar a nivel mundial.
Andrey Amador correrá desde hoy la edición número 100 del Tour de Francia, la carrera de ciclismo más prestigiosa del planeta. Lo hará en las filas del equipo Movistar que aspira a ser protagonista con el español Alejandro Valverde como máxima figura.
Amador conversó ayer con DIARIO EXTRA desde la localidad francesa de Porto Vecchio y a pocas horas de tomar la salida del segundo Tour de su prometedora carrera. “La verdad estoy muy contento, vengo muy bien preparado y ya estoy listo para afrontar esta edición” arrancó el tico.
Andrey sabe muy bien cuál será su objetivo principal durante los próximos 23 días de competencia. “Mi objetivo es claro, estar 100% a disposición del equipo, llevamos un líder muy sólido, Alejandro Valverde, nuestro objetivo es cuidar de él y ayudarlo en cualquier momento que lo vaya a necesitar”, señaló el nacional.
En las horas previas al banderazo de salida Amador confesó sentir algo de nervios pero sobre todo ganas de empezar a pedalear. “En lo personal estoy contento, tranquilo, por supuesto que siempre hay algo de nerviosismo pero muy confiado, me he preparado totalmente a conciencia, y cuando las cosas se hacen de esta manera, tarde o temprano se ven los resultados” manifestó.
Consultado por la posibilidad de verlo luchando por ganar una etapa respondió: “Pienso que sí, creo que la carrera te da oportunidades, si se me presenta, lo intentaré”.
El “Movistar Team” afronta la ronda gala con nueve pedalistas. La intención será conquistar alguna victoria parcial y meter a su líder, Alejandro Valverde, en el podio de París. José Luis Arrieta, uno de los directores del equipo telefónico, se refirió así al tico Andrey Amador. “Es el corredor de equipo que todos quieren tener. Va bien en todos los terrenos, tiene mucho carácter y mucha fuerza. Es el complemento ideal para tener un grupo de garantías”.
El Tour de Francia comenzará hoy su centésima edición con una etapa totalmente plana, disputada al borde de la playa corsa y seguramente destinada a un llegador. Los 213 kilómetros de la jornada no presentan dificultades y ni el viento parece que vaya a ser demasiado obstáculo para impedir una llegada masiva.
Si se cumplen los pronósticos, será la primera vez que un esprínter se vestirá de amarillo en la etapa inaugural, ya que los organizadores han renunciado al tradicional prólogo o a una etapa con final en alto, como había sucedido en los últimos años.