El primer tema de la AGENDA NACIONAL es la crisis actual de violencia criminal e inseguridad y la penetración del narcotráfico y sus mafias en Costa Rica.
El camino es claro: tenemos que aumentar y profundizar, con una visión integral y de Estado, las acciones estratégicas, concretas y simultaneas, en varios frentes de batalla o terminaremos como otros países fallidos de América Latina, envueltos en más violencia criminal, ingobernabilidad y CORRUPCIÓN.
En esa dirección correcta, en la Asamblea Legislativa, acordaron destinar una “sesión exclusiva cada semana” para finalizar la aprobación de los proyectos de ley pendientes de la agenda de seguridad consensuada entre los tres Supremos Poderes del Estado. ¡Formidable!
Pero eso NO es suficiente. El tema no es solo nuevas y mejores leyes, aunque este sea un paso fundamental, urgente y necesario para que un Poder Judicial reformado haga cumplir con eficiencia esas leyes y el Estado Social de Derecho.
Tampoco el tema es solo POLICIAL, aunque lleva toda la razón el fiscal general Carlo Díaz cuando reclama PRESUPUESTO para aumentar la capacidad y el número actual de fiscales; y también el director general del OIJ, Randall Zúñiga, cuando exige más PRESUPUESTO para contratar y capacitar al menos unos 750 agentes más y ojalá hasta 1.500 oficiales en investigación y represión contra la criminalidad, el sicariato, los búnkeres y las bandas de narcotraficantes.
En nuestro país, con más de 5 millones de habitantes, ubicados territorial y estratégicamente en el medio del criminal negocio del narcotráfico y con costas en ambos océanos, tenemos menos de 15.000 policías preventivos (sumando los efectivos de la Fuerza Pública y las Policías Municipales), cuando necesitaríamos uno 25.000 hombres y mujeres en los Cuerpos de Policía, bien capacitados, entrenados, armados, con chalecos antibalas y un eficiente respaldo de movilidad y nuevas tecnologías. Necesitamos, igualmente, una profesional y activa unidad de INTELIGENCIA POLICIAL (Dipol), en constante intercambio de información con las contrapartes de países aliados y amigos.
La Fuerza Pública, la PCD y el OIJ no pueden seguir sin el PRESUPUESTO necesario y suficiente que requieren ante esta prioritaria emergencia nacional.
Pero el punto medular y fundamental es que no avanzaremos sin una POLÍTICA PÚBLICA definida y evaluada al más alto nivel, en el Consejo Nacional de Seguridad, como lo dispone expresamente la Ley General de Policía, porque de esta crisis no saldremos nunca sin efectivas y solidarias políticas sociales, educativas, comunales, salud pública y oportunidades económicas reales para los sectores más deprimidos y marginados de nuestra sociedad.
E igualmente, sin una alianza activa y estratégica, en varios frentes, entre los Cuerpos de Policía de los países productores y exportadores de droga y los países que son el mercado de destino. La realidad: ¡Costa Rica NO puede sola!
¿Y usted qué opina?
*Exministro de Seguridad Pública