Después de trasladar a los Tribunales de Justicia de Corredores a Ismael Bejarano Bejarano, de 20 años, el indígena sátiro que mató a su propia cuñada de 11 años, las autoridades judiciales decidieron imponerle 6 meses de prisión preventiva.
Los hechos ocurrieron en Villa Palacios, a 20 kilómetros de San Vito de Coto Brus, luego de que Bejarano acosara a la menor. El Periódico de Más venta en Costa Rica se dio a la tarea de conocer a fondo por qué el maniático le quitó la vida a su familiar.
El sátiro, quien está juntado con una hija de la hermana de la víctima, con quien tiene una bebé de 6 meses, se fue este jueves a la casa de la menor, se escondió detrás de una mata de plátano mientras la niña lavaba un trapo con sangre que usaba a causa de las múltiples violaciones que sufría.
Aun así el depredador una vez más irrumpió en la casa, solo que esta vez no fue para saciar su deseo aberrante de sexo sino que la agarró de la mano, la sacó del baño de latas que tienen detrás de la casa y le enterró el puñal en el pecho.
Su mamá al escuchar los gritos salió corriendo en su auxilio, pensando que se había caído, pero para su sorpresa encontró a la menor tirada en el suelo y a Bejarano con el puñal y la mano ensangrentada. Ahí amenazó de muerte a madre e hija si ellas lo acusaban ante las autoridades.
La mujer, ya cansada de tanto abuso, enfrentó al sospechoso diciéndole: “Matame a mí también, maricón, dale que estoy sin nada, matame, matame”, y el muy cobarde salió corriendo entre la maleza.
El sujeto llegó hasta la casa de la suegra, Mayela González, y le contó cómo había apuñalado a su hermana.
Según la hermana de la víctima, Bejarano le hacía a la marihuana y cada vez que se fumaba unos puros se ponía muy agresivo, incluso hasta le pegaba a su hija. González en algún momento se enteró que andaba detrás de su hermana, pero por miedo nunca dijo nada.
La niña fue sacada del sitio por sus propios familiares en una camilla provisional hecha con una vieja cobija hasta Limoncito, tardando una media hora para llegar a solicitar ayuda, una vez que los cruzrojistas la abordaron la trasladaron hasta el Hospital de San Vito, donde murió después de ingresar.
Según los habitantes de esa comarca, ahí la vida no vale nada, las leyes no se respetan porque incluso ni siquiera hay policías, tampoco los vínculos familiares. En ejemplo de ello es que el papá de la víctima a sus 76 años tiene 34 hijos, todos con diferentes mujeres, muchas de ellas sus propias familiares.
Cabe señalar que para que entre una autoridad debe ocurrir este tipo de situaciones tan lamentables. Para tener una idea, la suegra del agresor tenía una hija de 16 años, quien se tomó un veneno hace dos años, quitándose la vida porque no soportaba los acosos de algunos lugareños.
LA FISCALÍA SABÍA DEL MANIÁTICO
El miércoles 24 de julio la madre y la menor presentaron la denuncia en la Fiscalía de Coto Brus por dos delitos de violación. Ese día la dependencia le comunica los hechos a la Oficina de Atención a la Víctima, que contacta a la mamá de la menor y conversa con ella, le pregunta si acepta que un equipo las visite a la casa para que atienda el caso.
La señora dijo que no quería que las visitaran ni ir a la fiscalía otra vez, entonces le recomendaron ir a los Tribunales de Justicia de Corredores a demandar a “la rata de dos patas” este viernes, pero la muerte le ganó la vuelta.
De hecho, ante las circunstancias en la Fiscalía de Coto Brus decidieron remitir el caso al Patronato Nacional de la Infancia porque según versiones la víctima pasaba sola en la casa la mayoría del tiempo.