El saldo de estimaciones para créditos incobrables por parte de Coopeservidores aumentó un 258% entre abril de 2023 y el mismo mes de este año, al pasar de ¢17.601 millones a ¢63.009 millones para el último informe.
Por lo tanto, solo en 12 meses la cooperativa estimó que no podía recolectar más de ¢45.408 millones, según se reporta en los estados financieros de la institución que están disponibles en el sitio web de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Estos y otros elementos que llevaron al Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) a intervenir la entidad fueron analizados por el economista Gerardo Corrales en el espacio Economía Hoy.
El experto compartió que fueron reconocidos $70 millones de créditos malos pasados por gasto, una destrucción del aporte de los afiliados de cerca de $60 millones, más de ¢30 mil millones en solo un año, un 31% de destrucción de aportes de los afiliados.
“Para mi gusto una intervención demasiado tardía; las tres líneas de defensa; la auditoría externa; en fin, se debe repasar con lupa todo lo que falló en este caso”, manifestó.
INTERMEDIARIO FINANCIERO
Corrales indicó que la cooperativa es un intermediario financiero que, según la Ley Reguladora de Empresas Financieras no Bancarias No. 5.044, son aquellas entidades que habitualmente se dedican a captar recursos del público para colocarlos por cuenta y riesgo de la propia intermediaria.
De esta forma, son estas las que corren con todos los riesgos y quienes deben responder ante los ahorrantes. “El depositante no tiene vela en el entierro, él no decide dónde colocar los recursos, sino que es el intermediario quien, con base en políticas de ellos y comités, deciden colocarlo en créditos personales créditos, empresariales, inversiones, etcétera”, agregó.
Tal y como explica el economista, la actividad de intermediación financiera está sujeta a una familia de riesgos diversos, la más conocida es la de los riesgos de crédito, es decir, el dinero entregado a terceros, en donde hay que medir su capacidad de pago, ya sean personas o empresas.
Entre esas amenazas está el entorno, como condiciones de riesgo macroeconómicos, la tasa de interés, inflación o tipo de cambio, las que podrían dar al traste con la capacidad de pago de quienes recibieron el préstamo.
Están también los riesgos operativos de la gestión propia, como el fraude interno y externo, así como el manejo tecnológico y legal, hasta donde se puede exponer el patrimonio de los recursos de los accionistas a potenciales pérdidas.
En el caso de nuestro país, conforme expuso Corrales, se da la intermediación fraccionada, porque de lo captado del público se mantiene un porcentaje por ley depositado en el Banco Central de Costa Rica, el 15%, que es el encaje mínimo legal.
¿QUÉ PUEDE VALORAR
EL AHORRANTE?
De igual forma, Corrales comentó a DIARIO EXTRA una serie de elementos que puede tomar en cuenta un ahorrante a la hora de seleccionar una entidad para guardar su dinero, como el tamaño de la institución, sus años de experiencia en el mercado y su reputación, al igual que la cartera de crédito, que es el principal activo, pues representa entre un 70% y un 80% de todos los activos.
“Hay que preguntarse en qué está esa cartera de créditos, si personales sin garantía, créditos hipotecarios de vivienda, créditos de vehículo con prendas, créditos personales de consumo o créditos empresariales y si estos son de corto plazo o largo plazo”, advirtió.
Según mencionó, eso viene en los estados financieros auditados disponibles en la web de la Superintendencia, en el detalle de la cartera de crédito. Ahí se puede conocer cuál es la política de estimación para incobrables que tiene la entidad.
“Hay una obligación, de acuerdo con una norma de Sugef, de tener un saldo mínimo, pero podría ser que la entidad decida a su vez tener reservas, excedentes”, comentó.
Se debe valorar, además, qué porcentaje histórico de pérdidas ha tenido la entidad en sus colocaciones, hay indicadores de la estructura de captación a la vista en cuenta corriente o en cuenta de ahorro, para lo cual debe de tener reservas de liquidez altas, ya que los depositantes pueden sacar su dinero en cualquier momento.